Ética y Deontología. (Manual y Calendario Tentativo)
UNIDAD 1.
El objeto de estudio de la Ética:
La ética se ocupa únicamente de los actos típicamente humanos, es decir, de aquellos que dependen de la razón y de la libertad. Estos son actos voluntarios que pueden realizarse o evitarse dentro del ámbito de la libertad personal. Otros actos como el sueño, el hambre y el dolor, si bien son humanos, no dependen de la libertad. Son actos involuntarios que ocurren querámoslo o no.
La materia de estudio de la ética es la conducta humana esto es, aquellos actos que el individuo ejecuta consciente y voluntariamente y de los que por consiguiente es responsable.
Ahora bien, el aspecto o punto de vista desde el cual la ética estudia la conducta humana es el del bien y del mal, de lo que debe y lo que no debe ser, es necesario resaltar que la palabra debe es el verdadero verbo de todo juicio ético. En otras palabras, la ética es el estudio de la moralidad de los actos humanos.
La materia de estudio de la ética es la conducta humana esto es, aquellos actos que el individuo ejecuta consciente y voluntariamente y de los que por consiguiente es responsable.
Ahora bien, el aspecto o punto de vista desde el cual la ética estudia la conducta humana es el del bien y del mal, de lo que debe y lo que no debe ser, es necesario resaltar que la palabra debe es el verdadero verbo de todo juicio ético. En otras palabras, la ética es el estudio de la moralidad de los actos humanos.
De lo anterior se sigue el que la ética no está interesada en aquello que el individuo hace, como no sea para compararlo con aquello que debería hacer. Todos los estudiosos de la ética, aún de diferentes posturas están de acuerdo en que la investigación del deber ser constituye la característica distintiva de la ética esto es, lo que la distingue de cualquiera de todos los demás estudios.
Relación de la Ética con otras Disciplinas
Ya que se tiene definido lo que es la Ética, ahora hay que decir lo que es la ética (su contenido), o sea, aclarar los límites de esta ciencia y mostrar los terrenos más allá de sus fronteras.
1. Relación de la Ética con la Psicología. La Psicología se parece a la Ética en cuanto a que también estudia los actos humanos, pero ésta los explica en el aspecto del hecho y la Ética solo se interesa en las normas de derecho de ese acto, es decir la psicología solo estudia el acto como objeto material, el por qué ocurre. La Ética en cambio estudia la bondad o maldad de dicho actos y dicta normas de cómo deben estos.
2. Relaciones entre la Ética y la Sociología. La sociología surgió en el siglo XIX gracias a las aportaciones de Augusto Comte y de Karl Marx. Estudia el comportamiento del hombre en forma global, es una ciencia de hechos, mientras que la Ética es una ciencia de derechos.
3. Relaciones entre la Ética y el Derecho. El derecho es un conjunto de normas que rigen la conducta humana y en esto se parece a la Ética, sin embargo, difieren entre las normas propias de cada una. Existen cuatro diferencias principales:
a. Las normas de la Ética son autónomas (cada individuo debe darse sus normas propias) y las del Derecho son heterónomas (las normas provienen de una autoridad diferente al individuo).
b. Las normas de la Ética rigen aspectos internos y las del Derecho aspectos externos.
c. Las normas de la Ética son unilaterales (el cumplir una norma no implica el surgimiento de un derecho o una obligación por parte de otras personas), y las del Derecho son bilaterales (una obligación implica un derecho y viceversa).
d. Las normas de la Ética son incoercibles (aun cuando tienen un carácter obligatorio, generalmente no conllevan un castigo explícito en el caso de no cumplirlas) y las del Derecho son coercibles (la autoridad que ha establecido ciertas normas civiles, tiene la facultad de exigir el cumplimientos de ellas, y para llevar a cabo dicha tarea, impone vigilancia, fiscalización, sanciones, etc.).
1. Relaciones entre la Ética y la Economía. La Economía es la ciencia que trata de la producción, distribución y consumo de los bienes materiales. Sus temas son, el trabajo, la mercancía, el dinero, la ganancia, la utilización del trabajo, el comercio, etc. La Ética relacionada con esta ciencia en el aspecto de la vida del ser humano: su subsistencia, sus problemas pecuniarios, su lucha diaria por el alimento, la vivienda y la ropa. Todo esto está afectado por la explotación del asalariado, la injusticia en el pago de sueldos, la falta de higiene en las fábricas, la falta de esmero en el trabajo del obrero o la responsabilidad de los empleados. También como la Economía presenta un modelo ideal que hay que cumplir, como si fuera un proyecto que seguir –como la ley de la oferta y la demanda- aquí entra también la Ética ya que en más de una ocasión el modelo económico es el relato de una serie de abusos, como suele ser en la ley citada anteriormente. Los dos modelos, el económico y el Ético tienen que ir entrelazados para así evitar la explotación del trabajador, la marginación del asalariado, la usura en los intereses cobrados a los países del Tercermundistas, la colonización del trabajo, la producción y el gobierno de los países débiles. En fin la Ética tiene mucho que hacer en el campo de la Economía.
2. Relaciones entre la Ética y la Pedagogía. La Pedagogía es el estudio de la educación, el significado de la palabra educación proviene del vocablo educere, que significa conducir, guiar y también sacar hacia fuera, desarrollar lo que está implícito. También consiste en lograr que una persona haga, por sí misma, lo que debe hacer. En sí la educación es una disciplina que complementa a la Ética y viceversa. La Ética dicta que es lo que hay que hacer, en tanto que la educación muestra el modo en que podemos lograr lo propuesto por la ética. La educación es un arte en tanto que la Ética es una ciencia. De acuerdo a los diferentes significados que puede tener la educación se puede decir que:
a. Cuando educación significa conducir o guiar, la Ética muestra un modelo de conducta a seguir y la educación dice como conducir al niño dentro de ese modelo.
b. Cuando educar significa saca hacia fuera, desarrollar lo que está implícito, se da a entender que el mismo educando (la persona a educar) es la causa principal de su educación, pues contiene en sí mismo las potencialidades que se van a actualizar. En este caso la Ética proporciona el modelo o guía de conducta humana buena, en tanto que la educación proporciona las reglas prácticas para enseñar u orientar al educando dentro de esa guía general.
c. Cuando educar significa lograr que una persona haga, por sí misma, lo que debe hacer, la educación dicta cómo se debe proceder con el educando a fin de lograr su autonomía, la madurez y la toma de responsabilidad por parte de éste. La Ética nos dice el qué hacer, mientras que la Pedagogía nos dice el cómo.
d. Educar es actuar de tal manera que el educando capte un sentido personal en la realización de valores, obligaciones y virtudes, los cuales constituye la Ética como un conjunto de principios y conceptos abstractos sin ninguna aplicación práctica.
1. Relaciones entre la Ética y la Metafísica. La Metafísica contiene el fundamento de toda ciencia; ella nos dice tienen tanta validez la matemática y la física, la Psicología y la Ética por supuesto. La Metafísica nos proporciona y explica nociones y conceptos indispensables para entender la Ética, tales como el de ser, bien, valor, acto, potencia, sustancia, accidente, materia, forma, etc. Mismo que nos sirve como instrumentos mentales para captar el fondo de la temática de la Ética. La relación Ética – Metafísica es la misma que la de ciencia y su fundamento definitivo.
2. Relaciones entre la Ética y la Teología. La Teología en este caso la teología Moral trata de la valoración moral de los actos humanos, mismo tema que el de la Ética, pero esta última utiliza la razón como instrumentos de su estudio y la Teología Moral además de la razón utiliza los datos de la fe como la Biblia y fuentes afines.
3. Relaciones entre la Ética y la Religión. La religión es la relación entre el hombre y Dios. Es un contacto íntimo de la persona con un Ser infinito, del cual procede y ante el cual puede ponerse gratificante y reconfortante. La Ética se relaciona con la religión en la siguiente manera:
a. Una persona que mantiene un contacto íntimo con Dios, normalmente obtiene en ese contacto la guía personal de su conducta correcta, se contacta simultáneamente el Ser absoluto, el terreno de los valores y la fortaleza de conducirse en la vida cotidiana.
b. La Religión institucionalizada contiene una serie de preceptos, la mayoría de ellos con un alto valor moral, como son la caridad, la humildad, el sentido comunitario, la compasión, la piedad, etc.
Es por esto qué la Ética y la Religión guardan una muy estrecha relación, pero la Ética científica y la filosófica procuran mantener su autonomía con respecto a las normas morales que pueden surgir, y de hecho han surgido, a partir de la Religión, sea esta última, una vivencia o una institución.
Ramas de la Ética
Metaetica: Esta rama de la ética se caracteriza por el análisis del lenguaje moral, con la metaetica se busca establecer una forma de fundamentar los juicios normativos o de valor. Es decir, busca darle validez a las proposiciones morales de la sociedad.
Ética Normativa: Es la rama de la ética que se encarga de señalar a las personas lo que se considera bueno y malo, es decir las acciones humanas que se consideran adecuadas en el entorno social donde se habita. Dentro de esta rama también se encargan de elaborar las normas sociales de una sociedad.
Ética Aplicada: Respetando las diferencias existente en el mundo moderno, y los derechos iguales para todos, esta rama de la ética se encarga de la implantación de los valores morales mínimos y máximos dentro de las sociedades modernas. Dentro de los mínimos morales se establecen normas aplicables para todos, aprobadas con el consenso de la mayoría de la sociedad. En los máximos morales entrarían en juego el derecho del individuo a la diferencia, el derecho a perseguir sus propios ideales de felicidad y perfección, siempre y cuando no contravenga ninguna de las normas establecidas como mínimas morales.
Ética y Moral
En contexto filosófico, la ética y la moral tienen diferentes significados. La ética está relacionada con el estudio fundamentado de los valores morales que guían el comportamiento humano en la sociedad, mientras que la moral son las costumbres, normas, tabúes y convenios establecidos por cada sociedad.
Estos términos tienen diferente origen etimológico. La palabra "ética" viene del griego "ethos" que significa "forma de ser" o "carácter". La palabra "moral" viene de la palabra latina "morales", que significa "relativo a las costumbres".
La ética es un conjunto de conocimientos derivados de la investigación de la conducta humana al tratar de explicar las reglas morales de manera racional, fundamentada, científica y teórica. Es una reflexión sobre la moral.
La moral es el conjunto de reglas que se aplican en la vida cotidiana y todos los ciudadanos las utilizan continuamente. Estas normas guían a cada individuo, orientando sus acciones y sus juicios sobre lo que es moral o inmoral, correcto o incorrecto, bueno o malo.
En un sentido práctico, el propósito de la ética y la moral es muy similar. Ambas son responsables de la construcción de la base que guiará la conducta del hombre, determinando su carácter, su altruismo y sus virtudes, y de enseñar la mejor manera de actuar y comportarse en sociedad.
Cuál es la diferencia entre ética y moral
Las palabras ética y moral pueden parecer lo mismo pero no lo son. Existen matices que indican que la ética y la moral son dos términos que se complementan, pero cuyo significado es bien diferente. En el siguiente artículo de unComo te mostramos con ejemplos y definiciones el significado real de cada uno para determinar cuál es la diferencia entre ética y moral.
Instrucciones
La ética influye en las normas de conducta de una sociedad. Por ejemplo, es ético que alguien consuma carne porque a priori no se está incumpliendo ninguna norma social.
Por otro lado, la moral influye en las normas de conducta de una persona. Por ejemplo, para una sociedad puede parecer ético cazar animales, mientras que para unos individuos es inmoral hacerlo ya que esa práctica atenta contra la libertad de los animales.
Mientras que la moral constituye un marco básico de conducta personal, es decir, lo que es correcto o no. La ética supone un conjunto de directrices o leyes que definen las prácticas aceptadas, así como el comportamiento de un grupo de personas o sociedad.
Tanto ética como moral se encargan de nuestras costumbres y formas de actuar en la medida en que pueden considerarse como correctas o incorrectas.
Una de las diferencias principales es que mientras la moral dicta normas y criterios de actuación, la ética trata de fundamentar racionalmente dichas normas. Por ejemplo, sería moral estudiar la ESO, porque es una enseñanza obligatoria, mientras que es ético porque la enseñanza sirve para que el individuo se forme y tenga un futuro provechoso.
Para resumir la diferencia entre ética y moral, podemos decir que la ética es determinados tipos de comportamiento, ya sean correctos o incorrectos. Mientras que la moral establece las normas que permiten determinar si el comportamiento ha sido correcto o no.
La Conciencia Moral
Los actos morales, como actos que son, están orientados hacia el exterior, la realidad, el mundo, los demás. Pero, por ser morales, tienen un aspecto interno, que es el que hace que sean valorables. No podemos olvidar que somos morales porque sabemos que podemos elegir, porque sentimos que tenemos posibilidad de seguir caminos diferentes en nuestra vida, porque nos damos cuenta de que nuestras acciones tienen consecuencias. La conciencia de estas consecuencias es la base del aspecto interno de la moral, en ella está el origen de la valoración de nuestros actos, nuestros hábitos o nuestro modo de vida. Pero la conciencia moral es también conciencia de la libertad, conciencia de que no todas las posibilidades de elección son igualmente valiosas. Por eso es especialmente importante plantearnos qué es y cómo funciona. La misma palabra que usamos para referirnos a ella ya nos da una pista: estar consciente significa darse cuenta de lo que ocurre alrededor. La conciencia es una forma de conocimiento o de percepción. La conciencia moral es con lo que nos damos cuenta de lo que vale, de lo que merece la pena para la vida, de lo que es bueno -o bien, de lo que no merece la pena, de lo malo, de lo que hay que evitar-.
Hipótesis sobre el funcionamiento de la conciencia moral.
Al definir la conciencia como un tipo de conocimiento o de percepción estamos reconociendo que es una realidad compleja. Cuando valoramos una acción realizada o por realizar, la conciencia moral puede actuar de maneras diferentes: podemos sentir que lo que hemos hecho o vamos a hacer está bien o mal, sin saber exactamente por qué; podemos también analizar las consecuencias reales o posibles de nuestra acción y su conveniencia; podemos recurrir a pensar en normas previamente aceptadas para enjuiciar la acción... A lo largo de la historia, distintas corrientes de pensamiento sobre la moral han dado mayor importancia a alguno de estos modos de actuación de la conciencia moral.
El intelectualismo moral, por ejemplo, considera la conciencia moral como el conocimiento de lo que es bueno y lo que es malo. Se produce en él una identificación entre el bien y el conocimiento, por una parte, y el mal y la ignorancia por otra. En consecuencia, según el mismo, sólo obramos mal porque creemos, en nuestra ignorancia, que ese mal que hacemos es un bien para nosotros. La manera de conseguir actuar correctamente será, pues, educar a nuestra razón en los principios de la moral para que no pueda llevarnos a valoraciones incorrectas sobre la bondad o maldad de las cosas y las acciones.
El emotivismo, por el contrario, es el planteamiento de la conciencia moral como sentimiento. Según los emotivistas, por medio de la razón sólo podemos llegar a comprender lo útil o lo conveniente para determinados fines, pero no si algo es bueno o malo. La bondad o maldad de actos, palabras, etc. se siente, no se conoce racionalmente. Los juicios morales, para los emotivistas, no son más que medios para comunicar esos sentimientos y para intentar convencer a los demás de su validez.
El intuicionismo tampoco considera que la razón sirva para determinar la maldad o la bondad de las acciones y las cosas: la conciencia moral, según los intuicionistas, percibe directamente lo bueno y lo malo. Puesto que el bien no es una cualidad natural -como el color-, no puede percibirse por medio de los sentidos físicos. Esto hace que los intuicionistas vean la conciencia moral como un sentido moral -intuición moral- que percibe directamente la bondad o maldad de las cosas y las acciones, sin intervención de los sentidos físicos ni del razonamiento.
El intuicionismo y el emotivismo niegan que la razón sea el componente fundamental de la conciencia moral, aunque desde posturas muy diferentes. El intuicionismo considera que el bien y el mal están en las cosas y las acciones, son cualidades reales que percibimos. El emotivismo, por el contrario, sostiene que son sentimientos que provocan esas acciones y cosas en nosotros; sentimientos que pueden variar de una persona a otra y son objeto de discusión.
Los prescriptivistas, en cambio, consideran que la moral se basa en el carácter prescriptivo (imperativo) de sus juicios. La conciencia moral, según estos autores, asiente o rechaza los mandatos que presentan los juicios morales. La manera de demostrar el asentimiento a lo que dice una norma es cumplirla, la de demostrar el rechazo, no cumplirla.
Todas estas teorías destacan aspectos parciales de la realidad total que es la conciencia moral. Ésta se compone tanto de razonamientos y juicios como de sentimientos, intuiciones o mandatos.
El origen de la conciencia moral.
La consideración del origen de la conciencia moral puede ayudarnos a comprender mejor su naturaleza y su funcionamiento. Acerca de este tema también se han desarrollado distintas opiniones a lo largo de la historia.
El ejemplo de Santeras en Cuba
En primer lugar, desde la creencia en lo sobrenatural, se ha considerado la conciencia moral como una expresión de la ley divina. En el ámbito cristiano medieval, por ejemplo, se consideraba que Dios ha dado la conciencia moral al ser humano para que pueda reconocer la ley natural, que es el desarrollo de la ley de Dios en este mundo. No vamos a discutir este tipo de opinión, ya que depende de la creencia previa en alguna realidad sobrenatural, lo cual queda fuera del ámbito de una discusión racional.
Por otra parte, desde posturas naturalistas, se ha defendido a veces que la conciencia moral es una capacidad innata de tipo racional que nos permite decidir sobre lo bueno y lo malo. Desde este tipo de posturas también se ha defendido que es innata, pero no racional, sino una especie de sensibilidad o de capacidad perceptiva para el bien y el mal.
Por último, desde distintos enfoques, se ha considerado que la conciencia moral se adquiere. Según estas teorías, la tomamos del entorno en que nos hemos desarrollado. Los valores dominantes en los distintos grupos sociales en que nos movemos afectan a nuestro modo de valorar las cosas y las acciones. A lo largo de nuestra vida, esta conciencia irá desarrollándose y variando, aunque lo fundamental de la misma se adquiere en la infancia y la adolescencia.
La cuestión del origen de la conciencia moral es muy importante, ya que la respuesta que propongamos a la misma afectará directamente a los contenidos que podemos considerar adecuados para esta conciencia: a lo que podemos considerar bueno o malo, a los criterios que usemos para valorar y a las normas que guíen nuestras acciones. Por eso vamos a profundizar más en ella prestando atención a lo que no consideramos un origen válido de la conciencia moral (crítica a los determinismos) y a los factores que influyen en la constitución de la conciencia moral y sus contenidos.
UNIDAD 2
Ética Aplicada
La ética aplicada se distingue de la ética en general por su especial enfoque sobre cuestiones de índole práctica. Ésta incluye, por lo tanto, a la ética médica, la ética ambiental y la evaluación de las implicaciones sociales del cambio científico y tecnológico, así como cuestiones de política en áreas tales como el cuidado de la salud, los negocios o el periodismo. También se ocupa de los códigos y las responsabilidades profesionales en tales áreas.
Típicas cuestiones que se discuten son el aborto, la eutanasia, las relaciones personales, el trato con animales no humanos y temas sobre raza y género. Aunque a veces tratados aisladamente, estos puntos son mejor discutidos en el contexto de algunas cuestiones más generales que han sido permanentes preocupaciones de los filósofos, tales como: ¿De qué manera podríamos nosotros ver el mundo y nuestro lugar en él? ¿En qué consiste la buena vida para el individuo? ¿Qué es lo bueno para la sociedad? En relación con estas preguntas, la ética aplicada involucra la discusión fundamental de ética teórica, incluido el utilitarismo, la teoría de los derechos liberales y la ética de la virtud.
Ética aplicada y filosofía aplicada son a veces tomadas como sinónimos, pero la filosofía aplicada es de hecho más general, y cubre también terrenos como las leyes, la educación y el arte, así como puntos teoréticos en inteligencia artificial. Estas áreas incluyen problemas filosóficos –metafísicos y epistemológicos- que no son estrictamente éticos. La ética aplicada puede entonces ser entendida como un enfoque más acotado sobre preguntas éticas. Sin embargo, muchos de los puntos que trata involucran de hecho otros aspectos de la filosofía, la ética médica, los cuales incluyen, por ejemplo, temas metafísicos tales como la naturaleza de la persona o la definición de muerte.
Definiciones
Mientras que el nombre de ética aplicada es comparativamente nuevo, la idea no lo es. La filosofía se ha interesado tradicionalmente en preguntas tanto de moralidad personal (¿Qué debo hacer?) como de moralidad pública (¿Qué es bueno para la sociedad?), pero mientras que estas preguntas son fundamentales para la ética aplicada, también podría decirse que caracterizan a la ética en general. La ética aplicada, por consiguiente, se distingue normalmente como esa parte de la ética que proporciona una particular y directa atención a los problemas y las controversias de índole práctica.
En la esfera privada, los problemas éticos incluyen, por ejemplo, temas que relacionan a la familia o las relaciones personales íntimas, el cuidado de la persona mayor o del inválido, la crianza del menor, particularmente donde los temas de la moralidad son enfocados o los problemas personales surgen para el individuo en el lugar de trabajo. En la esfera pública, la ética aplicada puede preocuparse por evaluar la política a la luz del impacto de adelantos en la tecnología biomédica o evaluar obligaciones internacionales y deberes hacia las generaciones futuras a la luz de problemas ambientales. La arena pública incluye también una gama de problemas para la sociedad plural, como la etnicidad o el género con respecto a la discriminación, comprensión cultural y tolerancia; más ampliamente aún, también puede extenderse a los problemas de interés para la filosofía política, como el terrorismo y la ética de guerra. En todos estos temas, la preocupación de la ética aplicada es no sólo proporcionar una perspectiva ética personal, sino también mantener las pautas de política pública.
La ética aplicada incluye también el área de la ética profesional; examina los dilemas éticos y desafíos que incluyen a los trabajadores en el campo del cuidado de la salud –médicos, enfermeros, consejeros, psiquiatras, dentistas- y una gama amplia de obreros en otras profesiones, incluso abogados, contadores, gerentes y administradores, hombres de negocios, policías y oficiales de la ley. Los problemas éticos específicos como la confidencialidad, el decir la verdad o los conflictos de interés que pueden surgir en todas o en alguna de estas áreas, y la mayoría de las profesiones buscan codificar sus acercamientos y mantener la guía de sus miembros.
Teoría y práctica
Subyacentes a tales temas están las cuestiones sobre justicia, derechos, utilidad, virtud y comunidad. La práctica de distinguir entre ética teórica y ética aplicada debe, sin embargo, ser tratada con precaución. En efecto, algunos han considerado el término aplicada como redundante, con el fundamento de que no puede ser ética si no es aplicada: por un lado, argumentan, los conceptos teóricos tales como derechos y justicia no deberían ser vistos como meras abstracciones; y por el otro, la ética aplicada no debería ser separada de sus raíces en la moralidad tradicional. Pero mientras que es importante acentuar esta continuidad, hay ciertas características principales de la ética aplicada que la diferencian de la ética teórica en la práctica. Éstas son:
a) su mayor atención al contexto y al detalle, y
b) su acercamiento más holístico –su buena voluntad para unir los ideales éticos a una concepción de la naturaleza humana y las necesidades humanas. Por eso, quienes practican la ética aplicada pueden tener mejor voluntad que los que proponen la filosofía moral académica tradicional para reconocer que la psicología y la sociología, el conocimiento de la cultura y de la historia, los aprendizajes de la buena literatura y aun la comprensión de los seres humanos como entidades biológicas, son todos relevantes para la determinación de cuestiones morales en la vida personal y pública.
La línea demarcatoria entre la ética aplicada y la teórica que ésta sugiere puede ser trazada en ese punto del espectro de la ética donde la teoría ética no se limita a las recomendaciones y es confinada al análisis de conceptos morales tales como derecho, bueno, responsabilidad, culpa y virtud, para discutir lo que podría ser llamado la epistemología de la ética –teorías tales como el realismo ético, el subjetivismo y el relativismo. Ésta es el área a veces descripta como meta-ética. Trazar la línea en este punto puede ser útil en tanto que no permita oscurecer la verdad de que la ética aplicada y la teórica no están desconectadas, sino más bien unidas en un continuo que va de lo particular a lo general, de lo concreto a lo abstracto.
El foco último de la ética aplicada puede ser enteramente particular: el estudio de casos individuales. Y esto es lo que yace como una característica remarcable de la ética aplicada: su concentración en los dilemas –no necesariamente en el sentido lógico fuerte de situaciones en las cuales es imposible actuar correctamente porque cada uno de los dos cursos de acción, o es juzgado como mandatario o es juzgado como incorrecto, sino más bien en el sentido más vago de los casos en que una elección entre cursos de acción puede ser extremadamente difícil, los argumentos apremiantes en ambos lados y la persona que debe actuar es fuertemente influida en direcciones opuestas (por ejemplo, para sancionar una intervención médica drástica que salve un bebé severamente discapacitado que de otra manera moriría; o para permitir que la naturaleza siga su curso). Debería decirse, sin embargo, que elegir entre opciones que no son moralmente iguales no es, estrictamente hablando, un dilema, aunque se admite como emocionalmente traumático, en tanto que elegir entre obligaciones morales que son indisputablemente de igual peso no es un problema moral. La cuestión para la ética aplicada en tales casos bien puede ser, en tal caso, considerar si las opciones morales disponibles son igualmente correctas o no.
A raíz de su focalización en dilemas individuales, la ética aplicada debe enfrentar la cuestión de la universalización, que puede ser vista también como un problema de llanero solitario: muchas cosas son juzgadas como erróneas como resultado de formular la pregunta: ¿Qué pasaría si todos hicieran eso? Aunque, en un caso particular, podría parecer inofensivo y más conveniente para un individuo ignorar la regla, mientras que podría ser beneficioso por el hecho de que todo el mundo lo está siguiendo. El eticista aplicado, como el filósofo moral teórico, debe encontrar una vía para manejar este problema. El problema está estrechamente relacionado con la necesidad de emplear lo que a veces es llamado casuística moral. Esta antigua disciplina no debe ser necesariamente despreciada, pues mientras que un significado secundario del término casuística indica sofisma o quien anda con sutilezas, no fue originalmente un término despectivo, sino que simplemente se refería a aceptar, en un contexto teológico, el deseo de la gente de encontrar la respuesta correcta a una cuestión difícil de conciencia en un conjunto de circunstancias particulares.
El método
Un método de razonar empleado en la ética aplicada puede ser comparado con un diseñador que comienza con un plano, pero que tiene que adaptarlo a los materiales que maneja y a las situaciones en las cuales es requerido. Hay algo de parecido, en este punto, con el método hegeliano de la razón dialéctica, así como también el método del equilibrio reflejo favorecido por escritores contemporáneos como Rawls (1979), en quien las intuiciones que corresponden a casos particulares son medidas contra los principios, causando que éstos sean revisados y sus implicaciones para casos particulares nuevamente reevaluadas. De acuerdo con este punto de vista, el método de la ética aplicada no es ni puramente deductivo, ni puramente inductivo. Para otros, sin embargo, el modelo deductivo es más poderoso y la pregunta a responder en cualquier caso particular es simplemente qué principio (inviolable) subyace. Otros nuevamente favorecerían el modelo inductivo, de acuerdo con el cual, viendo claramente lo que es correcto en los casos particulares, se vuelve posible formular un principio general que abarca éstos y otros juicios particulares.
En general, la discusión de las teorías éticas en la ética aplicada apunta a perseguir, en la dirección del más alto grado de generalidad y abstracción, la cuestión de qué deberían hacer los seres humanos. En la práctica, la discusión de las teorías está frecuentemente confinada a sus implicaciones para la resolución de problemas particulares, puesto que la ética aplicada busca característicamente responder la pregunta general con un grado mucho mayor de particularidad.
Críticos y opositores
Buscando responder a problemas prácticos, la ética aplicada es, al revés de la filosofía, mucho más reciente. Según el punto de vista que prevaleció durante el dominio del empirismo y del positivismo (la mayor parte del siglo veinte) es que la filosofía no puede tener nada que decir sobre los problemas de urgencia práctica. Este punto de vista está sustentado por dos argumentos
El contexto histórico
El principio de la filosofía aplicada podría decirse que coincide con la tradición de la filosofía occidental como un todo, pues el primero de los filósofos de la temprana Grecia, Tales, es recordado por combinar sus intereses en la filosofía especulativa con una perspicacia económica y un interés en la reforma legal y política. Escuelas posteriores de la filosofía antigua –pitagóricas, epicúreas, estoicas- ofrecieron a sus seguidores ciertos principios para la vida e incluso códigos distintivos para la práctica.
Tanto para Platón como para Aristóteles, las preguntas éticas y políticas son planteadas en términos de nociones tales como lo bueno para el hombre, el bien último, o lo que es bueno en sí mismo y para su propio beneficio. Suponían que su investigación conducía tanto a un modo de vida para el individuo como a una concepción de la buena sociedad. Ellos no coincidían sobre si esto conducía a que un individuo necesariamente viva de acuerdo con el aprendizaje ético obtenido. Aristóteles, a diferencia de Platón en sus escritos tempranos, permitía la intervención de la fragilidad que ocasiona el deseo para desviar a la persona que ha reconocido el bien a perseguir.
Los filósofos ulteriores frecuentemente aplicaban sus suposiciones éticas en casos particulares y veían esto no como un modo de fraccionar la filosofía moral –convirtiéndola en una ciencia de lo particular- sino como una ruta para formular principios-guía. Santo Tomás se ocupó de una variedad de temas prácticos, incluyendo el matrimonio y la familia en la Summa Theologiae y esta tradición fue desarrollada luego por Suárez (1612 – 1621) y Grocio (1625). Locke (1689) escribió sobre la tolerancia. Kant (1785; 1797) sobre el suicidio y sobre la cuestión de si es acaso correcto decir una mentira por motivos benevolentes. Bentham (1789) expuso una compleja teoría sobre el castigo, incluyendo la formulación de planos para un nuevo tipo de prisión, a llamarse panóptico. También escribió una reforma legal y política. La filosofía de Hegel incluyó puntos de vista sobre la familia y sobre el castigo. Los escritos de J. S. Mill sobre tolerancia, paternalismo y feminismo (1859) continúan siendo de interés actual, así como las controversias suscitadas en esas áreas que involucran temas de desacuerdo y debate y las teorías de Dewey sobre educación (1916) ejercieron una enorme influencia práctica en los sistemas de educación en los Estados Unidos y en Gran Bretaña.
La tradición en filosofía moral poco afín a la ética aplicada es de origen más bien reciente. Fue asociada al dominio del positivismo y el empirismo en la filosofía de la ciencia, y la afición por el análisis lingüístico en epistemología. Éste es un fenómeno del siglo veinte y corrige los últimos años del siglo diecinueve, que concebía una concepción más generosa de la próspera ética. Una cierta miopía en cuestiones aplicadas es reconocida entre filósofos en el mundo anglo-parlante, coincide burdamente, durante la primera mitad del siglo veinte, con varias explicaciones que pueden ser ofrecidas para el regreso gradual del foco visual. Para los que tienen interés en la ética médica, un proyecto de investigación en Tuskegee en los Estados Unidos, un grupo de control de la sífilis permaneció sin tratamiento por décadas luego que se conociera un tratamiento seguro; esto a menudo resultó un disparador que generó una discusión general sobre temas tales como la autonomía, la beneficencia y la no maleficencia, la confidencialidad médica y la ética de experimentos sobre sujetos humanos. Este caso pudo haber sido, sin embargo, un síntoma más bien que una causa, para que la medicina en general pasara durante esas décadas de ser una práctica con poco poder par a influir en el curso natural de la enfermedad, a ser una herramienta intervencionista poderosa. Cualquiera sea la causa específica, entonces, desde que este período de ética médica se convirtiera en arena de discusión crítica y controversial.
De vuelta en los Estados Unidos, la Guerra de Vietnam y las protestas que generó son citadas como promotoras de discusión de un alcance diferente de temas de aplicación (desobediencia civil, deber de conciencia versus deber social) y teniendo incidencia en un camino directo al establecimiento de la Sociedad de Filosofía y Asuntos Públicos y el diario Filosofía y Asuntos Públicos.
Esta alza de la ética aplicada…
Muchos escritores de ética aplicada, sin embargo, adoptan una postura utilitarista secular. Éstos incluyen al filósofo australiano Peter Singer y al filósofo de Oxford, Jonathan Glover, quien ha escrito especialmente en el área de la ética médica. R. M. Hare, en Moral Thinking (1981), propone una teoría prescriptivista que combina el utilitarismo con la universalización kantiana. También es influyente la ética del cuidado mencionada antes, que está frecuentemente ligada a diferencias de género. Otros puntos de vista incluyen al filósofo australiano John Passmore, que defiende una perspectiva moral liberal, especialmente en relación con la ética ambiental y John Rawls, cuya noción de equilibrio reflexivo combina el intuicionismo con la teoría contractualista. A Theory of Justice (1971), de Rawls, inauguró un nuevo abordaje en ética más práctico, que tenía implicaciones en economía, derecho y teoría política. Sissela Bok ha escrito sobre una fina variedad de temas sobre la vida pública en Lying: Moral Choices (1978). Mary Midgley, en Beast and Man (1978) y en otros opúsculos, ha discutido las relaciones entre humanos y otras especies. Y Onora O’Neil (1986) ha formulado una ética kantiana para discurrir sobre temas como el hambre y la pobreza. El debate entre comunitaristas y liberalistas sobre la ética del capitalismo y el rol del bienestar puede ser visto también como una parte de la ética aplicada. El filósofo alemán Jürgen Habermas, una influyente figura tanto en la Europa continental como en el mundo anglo-parlante, ha propuesto una noción de consenso con el objeto de aplicar la teoría en la práctica.
Ética profesional
Divisiones similares pueden revelarse en la ética profesional, aunque la idea de que debería haber códigos de ética peculiares para las profesiones particulares ha sido moneda corriente desde tiempos remotos, cuando el juramento hipocrático fue requerido a quienes se comprometían con la práctica médica. Muchos grupos modernos, incluidos ingenieros, enfermeros y abogados, han adoptado códigos formales para establecer niveles de práctica ética en su profesión.
La ética también juega un rol creciente en el entrenamiento de los profesionales. A menudo, el abordaje preferido es a través del uso de estudio de casos, a veces ficticios, a veces usando videos de casos reales. Un problema con el abordaje que utiliza el estudio de un caso es su posible efecto negativo. Para acentuar que existen al menos dos aspectos en muchos problemas éticos, y presentando las teorías éticas como salidas de conflictos, ellas pueden arriesgarse a generar una moral superficial o un relativismo cultura –el punto de vista de que sólo existen opiniones, no respuestas. El uso del estudio de casos y la discusión basada en la ética situacional puede tácitamente socavar principios. En contraste, algunos cursos intentan simplemente aumentar la sensibilidad moral de los principiantes, bajo la suposición de que si hay éxito, ellos realizarán buenas decisiones profesionales.
'Applied Ethics', Routledge Encyclopedia of Philosophy (1998), Version 1.4, London and New York: Routledge, trad. Claudia Sanese.
La cultura organizativa como elemento básico para la puesta en práctica
Diferentes estudios y numerosos autores confirman la importancia de la cultura organizativa en el comportamiento de los trabajadores. Raiborn C. A. y Payne D. (1990)* manifiestan, basándose en los datos de una encuesta, que más del 70 por ciento de los ejecutivos se sienten presionados para adaptarse a los estándares organizacionales, y frecuentemente tienen que transigir con sus principios personales. Estos autores consideran que las organizaciones son un microcosmos de la sociedad, con sus líderes y sus ciudadanos, y que éstos siguen a sus líderes. Los valores y la cultura de la organización constituyen aspectos esenciales para explicar el comportamiento y la ética empresarial.*
Los empleados toman como referencia el comportamiento de los ejecutivos, tal como pone de manifiesto la encuesta Touche Ross, en la que casi el 75 por ciento considera al director como el responsable de establecer los patrones éticos para los empleados. Si los altos ejecutivos violan los principios éticos, tratar de comunicar los valores a los niveles inferiores se torna difícil. Es el clima de la organización, por tanto, el que en buena medida determina el comportamiento ético de sus empleados y de éstos como grupo.
Ética de la Empresa
Los sistemas de control desarrollados por los contables y abogados que implican la utilización de principios compartidos por la profesión, una cultura profesional, se han mostrado como relevantes para trasmitir a la sociedad una determinada imagen de la profesión. También, para guiar las decisiones de los profesionales hacia aquellas decisiones que incrementan el bien de la sociedad.
La comunicación y transmisión de información entre los profesionales y la sociedad, la creación de confianza y el compromiso con la sociedad, requieren el cumplimiento de una ética empresarial.*
Se hace precisa la instauración de una ética profesional. Los profesionales del marketing requieren de unas normas de conducta, unas pautas, una cultura profesional, que guíe las decisiones y que sirva de señal a los miembros de la sociedad sobre los comportamientos esperables de un determinado grupo profesional.
En el área de contabilidad se han desarrollado toda una serie de principios contables que ayudan a tratar los casos particulares y los problemas concretos de las empresas. Los Principios Contables Generalmente Aceptados (PCGA) sirven de guías que clarifican la elaboración de la información y de los estados contables. Estos principios se están globalizando, y tienden cada vez más a servir de referencia para toda la información contable de los distintos países.
La existencia de principios clarifica la información, ayuda en la toma de decisiones y permite una mejor y más rápida comprensión de las cuentas empresariales, lo cual es útil dentro de un país para los distintos sectores y empresas, pero también a nivel internacional.
Los principios contables generalmente aceptados surgen del consenso profesional en relación a la forma más adecuada de facilitar y tratar la información. Permite evitar conflictos y clarificar situaciones, contando con unas pautas de comportamiento que seguir.
Los Códigos se cimientan en una serie de principios. En buena medida, se trata de principios profesionales* que sirven de guía en la actuación empresarial. Esta deontología profesional debe inscribirse en un más amplio referente contextual, donde las propuestas éticas apunten hacia una modificación de las estructuras sobre las que se montan las acciones empresariales (Fernández, 1993).*
De igual modo, en el área de marketing se hace preciso el establecimiento de unos principios generalmente aceptados que guíen el comportamiento de los gestores, y que permitan resolver los conflictos con unas referencias clarificadoras. Tal como manifiestan Raiborn C.A. y Payne D. (1990, pág. 882)*: “El establecimiento de códigos de conducta pueden ayudar a los gestores y auditores en la detección temprana del fraude”.
Estos principios para su puesta en práctica, requieren su integración en la cultura empresarial. Se precisa, por tanto, una gestión de la cultura y los valores organizacionales orientados a la aplicación de la ética en las actuaciones de la empresa y de modo especial en el área de marketing por su incidencia en el entorno empresarial, (Drake y Drake, 1988).*
La Acción de los directivos y la puesta en práctica de la Ética
Los estudios empíricos muestran la importancia de la acción de los directivos*, sobre todo los de alto nivel*, para la puesta en práctica de los principios y valores organizacionales, así como la necesidad de formular y comunicar de forma clara su existencia. Igualmente, la formulación de políticas empresariales que determinan unas pautas generales de actuación y las acciones que quedan excluidas, son competencia de los ejecutivos de cierto nivel organizacional. Estas políticas que sirven de guías y restringen, dentro de unos límites, las acciones para que éstas sean congruentes con los objetivos organizacionales, son responsabilidad de los directivos y deben abarcar buena parte de la problemática ética planteada en el trabajo diario.
El liderazgo de la alta dirección e incluso de los directivos medios, es imprescindible para la propagación de unos valores éticos, y para la puesta en práctica de modos de razonar éticos por parte de los ejecutivos de marketing y el resto de la organización.* El liderazgo es un aspecto crítico en el área de la ética, como lo demuestran numerosos estudios, (Laczniak G. R. y Murphy P. E., 1991).*
Es clara la importancia del apoyo por parte de la alta dirección para la puesta en práctica real de los planes y programas éticos. Pero igualmente lo es, incluir en los Códigos los aspectos de las responsabilidades del Consejo de Administración con respecto a sus propias remuneraciones y de los altos directivo, así como los planes de compensaciones e incentivos. De la misma forma, es crucial la defensa de los intereses de los accionistas minoritarios desde la actuación de la alta dirección y del Consejo de Administración (Babaría, 1992).*
La actualidad de este aspecto de los Códigos Éticos la muestra la decisión del Consejo de Ministros de aprobar la constitución de una comisión de expertos para la elaboración de un Código Ético*, que guíe la actuación de los consejos de administración de las empresas que cotizan en Bolsa. Este Código podrá ser asumido voluntariamente por las sociedades, y tiene por finalidad garantizar un comportamiento más trasparente, y defender los intereses de los accionistas minoritarios
El estudio empírico de Nel D., Pitt L. y Watson R. (1989)* en relación a los ejecutivos de nivel medio de marketing, muestra la necesidad incluso en las empresas de los Estados Unidos de una formulación más extensa de las políticas empresariales en relación a los conflictos éticos, y la clara transmisión de éstos a los diversos niveles organizacionales.
Consideran estos ejecutivos de marketing, que muchos de los asuntos problemáticos con contenido ético no se encuentran suficientemente recogidos por las políticas establecidas, de forma que existen áreas oscuras donde el ejecutivo de nivel medio se encuentra sin guías claras para determinar el comportamiento correcto. Del mismo modo, los encuestados expresan la necesidad de ampliar la formulación de estas políticas, para abarcar toda una serie de problemáticas concretas para las que carecen de guías.
Una forma de establecer cómo las preocupaciones éticas van a ser evaluadas en una organización, es analizar los arquetipos mediante los cuales los ejecutivos se enfrentan a los asuntos éticos.*
• Ladrón. Este tipo de individuo, al enfrentarse a una situación particular de marketing, se percata de las consecuencias éticas negativas, conoce que tomar la acción es éticamente incorrecto, pero realiza el comportamiento para obtener ganancias personales, y quizás beneficios a corto plazo para la empresa. Los comportamientos pueden ser ilegales y consentidos o no por la organización, pero en cualquier caso, la generación de una cultura ética probablemente no influya en éste.
• Buen samaritano. Casi siempre reconocen las consecuencias éticas de sus acciones, y se guían por métodos de razonamiento moral y principios personales, intentando llegar a una solución justa.
• Investigador. Este ejecutivo desea tomar las decisiones correctas, pero no siempre dispone de la información apropiada o de los conocimientos adecuados. Pueden no reconocer las implicaciones o posibilidades éticas en las acciones que toman, y no ser conscientes de las consecuencias para los diversos afectados. Este tipo de gestores de marketing pueden beneficiase de programas de formación ética y de las medidas para implantar la ética en las organizaciones. Laczniak y Murphy (1991)* manifiestan, que el número de ejecutivos de marketing que se pueden incluir en esta categoría es grande, especialmente entre los más jóvenes y con menos experiencia, y consideran muy valiosas las medidas para implantar la ética de forma efectiva, sobre todo los cursos en esta materia.
• El racionalizador.* Representa la situación más difícil, puesto que reconocen que ciertas decisiones tienen consecuencias éticas, pero generalmente encuentran una justificación para la solución más económica, sin importarles las consecuencias sociales o éticas. Estos ejecutivos se pueden beneficiar de una atención y preocupación por la ética en la empresa, especialmente cuando se enseña un método de razonamiento moral que puede ser aplicado a las decisiones de marketing. También pueden actuar de acuerdo con la cultura empresarial o tener un comportamiento más correcto, si la empresa establece sanciones para los que no cumplen las obligaciones de un programa o Código de Conducta.
No todos los tipos de directivos pueden ser igualmente estimulados a adoptar un comportamiento más correcto, pero parece existir un número suficientemente grande de ejecutivos, en los que su comportamiento, capacidad de razonar y tomar decisiones, es susceptible de mejora a través de una formación adecuada, y con la aplicación de las herramientas de reforzamiento de los valores correctos para la toma de decisiones en marketing y del control de los comportamientos.
Aquellos que reconocen que la situación implica consecuencias éticas pero no saben tratarla adecuadamente, necesitan una adecuada formación para el razonamiento ético. Los cursos de formación, así como seminarios específicos y grupos de trabajo, pueden ayudar a resolver las dudas de estos directivos.
El amplio y completo estudio realizado por Posner B. Z. y Schmidt W. H. (1992)* entrevistando a más de mil directivos de la American Management Association, concluye que sobre el 50 por ciento de las organizaciones americanas de un cierto tamaño, tienen Códigos Éticos implantados, existiendo un acuerdo de la mayoría de los ejecutivos respecto a la alta utilidad de los Códigos deontológicos y de las sesiones de trabajo sobre ética en la empresa.
Asimismo, la investigación muestra la existencia de una significativa correlación positiva entre la percepción de la utilidad de los Códigos y sesiones de trabajo en ética, por un lado, y el apoyo, comprensión y compromiso con los valores organizacionales y la credibilidad de los ejecutivos superiores por otro. Igualmente, la encuesta concluye la relación inversa entre la existencia de Códigos y sesiones de trabajo sobre ética, y los incidentes de comportamiento no ético en la organización y el nivel de ansiedad en el trabajo.
El establecimiento de los instrumentos y herramientas adecuadas debe ir encaminado a la consecución de una gestión ética que contribuya a que las empresas e instituciones desarrollen una actuación sometida a principios éticos, dado que la empresa tiene una gran influencia en la sociedad y puede incidir en los valores admitidos por la misma (Álvarez Jiménez, 1993).*
Ética y empresa. Valores y responsabilidad social en la gestión
“Cualquiera que sea la estrategia y mecanismo con los cuales se lograron ciertos objetivos, estos siempre se construyeron sobre los intereses comunes (sinergia)” Responsabilidad Social Empresarial con ética.
Las actividades estratégicas en los procesos y subprocesos de cualquier organización, la RSE, influyen en las acciones que persigan objetivos dirigidos a alinear los compromisos de las empresas con las necesidades, de sus clientes, la sociedad y el estado. Es por ello necesario adaptarse a estas nuevas demandas del mercado con una cultura empresarial o corporativa, actuando con conciencia socialmente responsable para no perder los impactos positivos:
· Servir a la sociedad con productos útiles y en condiciones justas,
· Generar precio, calidad en los servicios y productos que incrementan la fidelidad de los consumidores, mediante un comercio justo,
· Crear riqueza de la manera más eficaz posible,
· Disminuir los costes de la compañía,
· Prevenir de los riesgos sociales que se pueden traducir en demandas, sanciones, de las regulaciones gubernamentales y de la sociedad,
· Respetar los derechos humanos con condiciones dignas que favorezcan la seguridad y salud laboral así como el desarrollo humano y profesional de sus colaboradores, Mejorando las condiciones de seguridad e higiene del lugar de trabajo.
• Aumentar la productividad y la rentabilidad,
• Apoyar las relaciones con el gobierno,
• Incrementar la participación del mercado,
• Mejorar la cultura organizacional,
• Atraer el mejor talento humano y apoya a las comunicaciones de los empleados
• Incrementar el valor de la empresa y mitigar los riesgos, (Value at Risk Valor en Riesgos),
• Apoyar las relaciones con los accionistas,
• Mejorar la comunicación interna y externa,
• Genera mejoramiento continuo mediante el Balance Social,
• Brindar confiabilidad y respaldo de los mercados financieros e inversionistas,
• Generar compromiso y adhesión de sus empleados,
• Brindar confianza y transparencia a los proveedores,
• Apoyar la publicidad en los medios de comunicación,
• Brindar oportunidades para nuevos negocios,
• Mejorar la reputación de la empresa, positiva y estima ante la sociedad,
• Procurar la continuidad de la empresa y, si es posible, lograr un crecimiento razonable y sostenible.
• Respetar los derechos humanos con unas condiciones de trabajo dignas que favorezcan la seguridad y salud laboral y el desarrollo humano y profesional de los trabajadores, fomentando la igualdad de oportunidades para las mujeres. (ONU “Principios de responsabilidad social”)
• Respetar el medio ambiente evitando en lo posible cualquier tipo de contaminación minimizando la generación de residuos y racionalizando el uso de los recursos naturales y energéticos,
• Cumplir con rigor las leyes, reglamentos, normas y costumbres, respetando los legítimos contratos y compromisos adquiridos, garantizando a los trabajadores un salario justo.
• Proteger los derechos de los niños y salvaguarda las minorías étnicas.
• “El precio de la grandeza de una organización se refleja en la responsabilidad ante sus clientes, empleados, proveedores, la sociedad y estado.” RSE.
Las empresas responsables en su actividad ponen en el centro de su negocio la aplicación de estas buenas prácticas de RSE, integrándolas en su actividad empresarial.
La gestión bajo este esquema, no sólo le brindará mayores beneficios, como lo mencionan estudios de crecimiento empresariales, sino que como ya hemos mencionado le ayudará a reducir costes a su organización, así como también adquirir mayores ventajas comparativas y competitivas en búsqueda de la equidad y sostenibilidad del buen vivir de los diferentes grupos de intereses.
Como lo manifiesta la OIT, al referirse al El Balance Social, por sí solo, no podrá conseguir transformar una empresa, pero si es aplicado en un ambiente favorable, será un elemento de enorme utilidad, y su práctica facilitará el desarrollo de una Política Social voluntaria, ya que es una herramienta fundamental para la toma de decisiones relacionadas con la Responsabilidad Social libremente asumida.
La voluntad de que las empresas, especialmente las pymes, sean capaces de constatar que la responsabilidad social es un modelo de gestión voluntario mediante el cual las empresas y las organizaciones incorporen en su gestión aspectos sociales y ambientales con la voluntad de promover una competitividad más sostenible. Este modelo de gestión aporta una ventaja competitiva en el mercado, puesto que las empresas que se identifican como socialmente responsables tienen una serie de beneficios económicos, sociales y ambientales.
Por lo expuesto, es también responsabilidad social de los distintos estamentos estatales, aspirar e influir en acciones que persigan objetivos tales como: Ayudar a alinear los compromisos de las empresas con las necesidades de la sociedad, entre las que se encuentra la generación de empleo como responsabilidad principal de las empresas con la sociedad, contribuir a reforzar los modelos de gestión más avanzados y sostenibles que ayuden a las empresas a ser más competitivas, y por último, potenciar aquellos programas de Responsabilidad Social Empresarial que impulsen la credibilidad internacional y la competitividad de la economía del país, ya que para la recuperación de la confianza en la crisis actual, se deben crear las condiciones que permitan desarrollar la RSE; más que una necesidad, una forma de hacer empresa, economía y finanzas basada en la confianza, para desarrollar una cultura ética en las organizaciones.
Conclusiones y recomendaciones
“La excelencia en la gestión de servicio, es aquella que surge de la necesidad servir, y es responsable de sus acciones frentes a los Stakeholders.” Félix Campoverde Vélez
La crisis, ha evidenciado un alto riesgo moral y ha puesto en manifiesto la necesidad de la ética como fundamento de la RSE, no solamente en el ámbito tradicional, de la responsabilidad sobre lo ecológico y de la comunidad, sino va más allá, de una participación direccional con conciencia social. Por lo que apremia que se tome medidas en por parte de los organismos de control, administrativo, estatales, y empresariales.
En este sentido, el soporte de la responsabilidad social de la empresa está en la concepción de la empresa como una organización que responde a criterios éticos de comportamiento de la organización que debe demostrarse en la forma de hacer negocios como base de la cultura empresarial, no de etiquetas y de obras de caridad o filantropía, para pulgar el imagen empresarial, sino que oriente la toma de decisiones y sus relaciones con los demás, sin perder de vista los objetivos que tienen en el terreno empresarial de lo ético, social y ecológico de sus actividades, productos y servicios.
La crisis no ha echado por tierra la política de RSE, más bien al contrario, la crisis está evidenciando las irresponsabilidades de muchas organizaciones y la demanda de la sociedad de mayor ética y transparencia a las empresas, como lo ha dicho Ma. José Vañó “Transparencia y nuevas tecnologías en las cooperativas de crédito” (CIRIEC 2004). Además esta crisis está ayudando a clarificar el enfoque que cada uno le estaba dando a la RSE, sobre aquellas empresas que lo hacían simplemente como una estrategia de comunicación o marketing, filantropía, (actuaciones del marketing vs estrategia). En cambio, aquellas empresas que lo hacían por convicción y como parte de su política empresarial, están fortaleciendo sus actuaciones como una estrategia para salir reforzadas de esta crisis
Por otra parte la comunicación resalta el valor de la cultura corporativa a partir del compromiso de todos incluido el gobierno corporativo, estatal, empresarial y de la sociedad, ya que una cosa es la intensión y la otra es el accionar, que un buen directivo debe tener en cuenta toda una amplia gama de escenarios para mitigar y controlar los riesgos en la obtención de resultados, porque las personas con las que trata: Clientes, empleados, supervisores, y proveedores, esperan lo mejor en pro del bienestar y bien común.
El hacer negocios con ética y finanzas, no deja de lado el valor de la confianza y transparencia, sino más bien crea un excelente ambiente interno y externamente ante los diferentes Stakeholders. Siendo RSE, importante en el éxito de los negocios en el corto, mediano y largo plazo.
Es el momento en que las personas seamos conscientes del poder que tenemos a través de nuestros hábitos de consumo y de inversión, ya que las exigencias de un buen gobierno, crecerán a medida que la confianza disminuye; porque la transparencia es el mecanismos de aseguramiento de la confianza y control.
La RSE, en su aplicación a las empresas y organizaciones, con independencia de su naturaleza pública o privada, debe tomar conciencia de la importancia que puede llegar a tener la RSE, fundamentada en la ética, no sólo en la búsqueda del ánimo de lucro en sentido estricto, sino en el potencial desarrollo de nuevos modelos de negocio y de gestión, lo suficientemente competitivos y productivos como para mejorar tanto su reputación como su posición en el mercado, quedando así perfectamente identificado el valor de aplicación de la ética dentro de la cultura empresarial y corporativa, como fundamento de la responsabilidad social, frente los distintos grupos de interés en la economía y finanzas, ya que la calidad del servicio comienza y termina en la gestión de cada individuo.
La responsabilidad y sostenibilidad organizacional, en cuanto a las funciones o roles de los empresarios han cambiado sensiblemente, de manera que en la actualidad sus funciones deben dirigirse a garantizar la supervivencia de la empresa, a liderar personas y a desarrollar un management comprometido sobre la base del cambio organizativo permanente, como lo ha mencionado Sanchis Palacio, “Emprendimiento Economía Social y Empleo” (2010), ya que una buena dirección, debe tener en cuenta: Las actuaciones en las organización en cuanto al aprendizaje, conocimiento, desarrollo de capacidades, actitudes, y virtudes de sus integrantes, primando la cultura organizacional fundamentada en la ética del buen vivir.
Claro está que el reordenamiento y construcción de la confianza en la cultura organizacional, dependerá de los actores (Stakeholders) mediante: el dialogo, la concertación, transparencia de la información, el acceso a la misma con fluidez e integridad, la rendición de cuentas; aplicación del balance social, y mapeo de los riesgos, son las herramientas de alta relevancia a la hora de tomar decisiones, ya que no podremos esperar cambios si se sigue haciendo lo mismo, como lo dijo, Albert Einstein, ya que si no se identifican las necesidades y oportunidades con responsabilidad social, y como se ha expresado en la comunicación, es un compromiso de todos.
Las compañías deben asumir y desarrollar entonces una nueva estrategia de negocio, donde esté presente la inclusión de este sector de una manera justa y transparente. El reto es romper con las brechas existentes, cambiando la cultura organizacional e incluyendo a todos los actores en la economía global, ya que la economía es el resultado de las conductas de los individuos.
Es indudable que la visión cortoplacista se verá modificada y las empresas realizarán una mayor inversión a medio y largo plazo. Se apostará por la tecnología y la innovación, el conocimiento y la formación como clave de competitividad. Una empresa que practique la RSE emergerá de la crisis con un plus de competitividad, ya que el buen comportamiento genera confianza en su dimensión ética y ésta se transmite del plano personal al organizacional y de éste al entorno, mientras que el comportamiento éticamente reprobable destruye la confianza.
Si bien entonces, la Responsabilidad Social Empresarial fundamentada en la ética, es un requisito indispensable para propiciar los negocios e inyectar vitalidad en las empresas, no es el único elemento necesario para lograr que el negocio funcione sin la actitud y aptitud de todos en el accionar económico, legal, y político. Al igual que el cuerpo humano es un sistema de sistemas, compuesto por un sistema sanguíneo, un sistema de oxígeno, un sistema alimenticio, etc. No existe entonces una verdadera aplicación de la Responsabilidad Social, si sus bases no radican en la suma de valores éticos: conciencia social y confianza en la actuación de los Stakeholder. Aspectos que se deben: identificar, evaluar, aplicar y mejorarlos en pro del bien común.
Empresas con conciencia
“Los últimos 7 años los inversores se han sofisticado y han desarrollado una suerte de sensibilidad a los ‘shocks’ de carácter social con las acciones de las empresas de las que son accionistas. Antes de 2008 se podía quemar una fábrica o provocar un vertido de petróleo y los mercados no reaccionaban. Eso está cambiando”, asegura el director de Desarrollo Corporativo de Forética, Jaime Silos, durante unas jornadas organizadas por Spainsif. Esta asociación sin ánimo de lucro está constituida por entidades interesadas en promover la inversión socialmente responsable en España, y aporta datos concluyentes para apoyar su tesis de que “los inversores están cambiando de mentalidad”: las estrategias de ISR han tenido un crecimiento de sus porcentajes de dos dígitos entre 2011 y 2013, mayor que el del mercado general de inversiones europeo. Además -prosigue el informe de Spainsif-, el 40% de los activos están actualmente sujetos a procesos de inversión que incorporan criterios no financieros. Los mencionados ASG.
¿Qué puede colegirse de todo esto? Que los inversores, ya sea por estrategias de rentabilidad o por concienciación ante un panorama social especialmente complicado, “se están sofisticando, pasando a un siguiente nivel”, según dicen en la asociación. Hay hechos que lo demuestran: los propios accionistas cada vez son menos indiferentes a los desmanes de las empresas en las que participan. El caso de GAP es uno de los más significativos. Hace poco más de un año, el edificio Rana Plaza de Bangladés, que alojaba varios talleres textiles de las principales multinacionales de moda mundiales, se derrumbó como un castillo de naipes, dejando 1.130 muertos y 1.537 heridos. El ruinoso edificio apenas se mantenía en pie, y el desplome se produjo durante una inspección de su estructura en que los trabajadores fueron obligados por sus capataces a mantenerse en sus puestos para cumplir con la productividad diaria. Esto lo convierte en uno de los mayores desastres industriales de la historia.
Rana Plaza
Todas las firmas textiles que fabricaban allí sus prendas, entre las que se encuentran Mango, Inditex o El Corte Inglés, se apresuraron a firmar un fondo de compensación de 71 millones para indemnizar a los trabajadores heridos y a las familias de los fallecidos. “Muchos lo hicieron para salir en la foto, como demuestra el hecho de que un año después solo han pagado la mitad de esas empresas, y no han llegado ni a los 15 millones”, denuncia en el foro de Spainsif la secretaria federal del Sector de Grandes Almacenes de UGT, Cristina Estévez. Hubo empresas con presencia en el Rana Plaza que incluso se negaron a firmar el fondo de compensación. En una junta de accionistas posterior, los inversores de la multinacional norteamericana GAP exigieron a su órgano ejecutivo que asumiera su responsabilidad en la tragedia y la empresa accedió. Se da el caso de que ni siquiera tenía talleres en el edificio derrumbado, aunque sí en otros complejos del país asiático y en condiciones igual de precarias. “La ayuda, proporcionada con otras multinacionales tanto o más poderosas, significa que cada familia afectada recibirá una compensación de 750 euros, una miseria; pero eso no quita que la reacción de los accionistas maque un hito sin precedentes”, afirma Estévez.
Se da cada vez más el caso, ante un ‘shock’ provocado por una empresa, de que son los propios inversores los que huyen para confiar sus fondos a otra. “La presión de las ONG los ahuyenta, es un hecho”, concluye en el foro de Spainsif Verónica Barrón, la portavoz de la consultora financiera Hermes UK, que siguió de cerca el caso de British Petroleum tras el incendio en 2010 de su plataforma petrolífera en el litoral de Luisiana (Estados Unidos). Causó uno de los mayores desastres naturales de la historia reciente, que afectó a miles de habitantes de las poblaciones costeras. “En BP estaban adquiriendo muchas empresas pero no las alineaban con las formas de hacer las cosas de la empresa madre. Por eso los operarios no seguían las mismas normas. La sede está en Londres, pero es una firma muy descentralizada. Faltaba una unificación de cómo se implantaban las políticas en cada centro de negocio”, asegura Barrón. Entre otras cosas, el resultado de todo esto fue una alarma de incendios que llevaba meses sin funcionar y que nadie se preocupó de arreglar.
Según la consultora, “muchos inversores, desde tragedias como aquella, salieron de empresas de combustibles fósiles, pero otros se quedan porque es la manera de cambiar las cosas. Ahora no solo se ocupan de las estrategias de la empresa, también tienden a comprobar qué se hace sobre el terreno. La RSC ha hecho avanzar mucho a las empresas y mejorar la concienciación. Ahora son los inversores y la sociedad quienes deben hacerse preguntas sobre el contenido de esos informes, y plantearlas”.
La consultora ‘senior’ de Morgan Stanley Capital International, Dana Sasarean, pone un ejemplo en el foro de Spansif que ilustra muy bien el caso de un ‘shock’ continuado por parte de varias empresas: el ‘fracking’ o fracturación hidráulica. Consiste en la perforación vertical en zonas rurales con agua a alta presión mezclada con químicos y arena que crean fracturas y liberan el gas natural. El problema surge cuando esos compuestos químicos suben también a la superficie y provocan efectos devastadores en ríos, campos y en las propias poblaciones aledañas. Según Sasarean, “el número de vertidos ha aumentado un 20% en los últimos años, y menos del 1% se multa. Normalmente son los propios propietarios de los terrenos o los inspectores los que detectan las fugas, no las empresas extractoras”. La tendencia de los inversores en un negocio como este, dice la consultora, debe ser “encontrar empresas que lo estén haciendo bien y exigir información: ¿cómo era la calidad antes de las operaciones y después? Y por supuesto reclamar estudios de impacto medioambiental”.
Tal vez el desiderátum de Sasarean no esté tan lejos de materializarse. El incremento de las ISR es una prueba de que las cosas están cambiando en las exigencias de los inversores. En Spainsif lo tienen claro: “La crisis financiera ha puesto de manifiesto la necesidad de asumir una filosofía de inversión basada en una mayor transparencia, una mayor presencia de valores éticos y una mejor y más amplia gestión del riesgo”.
UNIDAD 3
Ética profesional y deontología. – Definiciones y problemas.
Identidad y ética del profesional de Recursos Humanos (Jorge B. Mosqueira)
Debe plantearse la necesidad de un código ético del profesional de Recursos Humanos, como punto de partida hacia una mayor identificación de su rol en las organizaciones y la sociedad argentinas. A la vez, facilitará la toma de decisiones y permitirá un desarrollo más consistente y claro para quienes ejercen hoy la profesión y, muy especialmente, en el futuro.
El ejercicio de actividades referidas a las relaciones del trabajo - más comúnmente conocidas como "recursos humanos" -, ha alcanzado un desarrollo suficiente como para ser considerada una profesión equivalente a cualquier otra de las que son reconocidas en la sociedad. Sin embargo, en nuestro país y en los inicios del siglo XXI, no ha logrado el rango de profesión, entre otros motivos, por la inexistencia de límites éticos claros que darían fundamento a la práctica. En otras palabras, "ética" y "profesión" son términos complementarios que otorgan identidad y es poco probable que quienes se encuentren ejerciendo las actividades referidas a los recursos humanos - hoy y en el futuro -, puedan continuar su desarrollo sobre bases tan difusas. Por este motivo, creemos que es necesario iniciar un análisis y un debate sobre este aspecto puntual, que además coincide con el crecimiento del interés por la ética empresarial, uno de nuestros ámbitos frecuentes de actuación.
Qué entendemos por "identidad"
Evitaremos entrar en perspectivas psicológicas o filosóficas, aun cuando éstas podrían aportar definiciones enriquecedoras sobre cómo nos reconocen. En el sentido en que entenderemos el término, la identidad es una construcción social, que implica no sólo la comprensión de sí mismo y el rol que desempeña en la sociedad, sino que debe completarse con la visión de los otros. La práctica visible de una actividad permite construir la identidad. Nadie podría considerarse pintor si no pinta, o chofer de taxi si no sabe conducir un automóvil. Las habilidades y el desempeño de ciertas funciones otorgan identidad, en la medida en que son manifiestas, comprobables en la realidad, no sólo por el que las ejecuta sino también por quienes las perciben o son sujetos de sus acciones. Aquí nos enfrentamos, además, con un problema central: ¿cómo nos llamamos? Las distintas carreras de grado han optado por distintas denominaciones respondiendo más a razones de marketing que de contenidos u objetivos. En las empresas existe una heterogeneidad similar: Personal, Recursos Humanos, Relaciones Laborales, Relaciones con el Personal, Relaciones del Trabajo, etc. En este sentido, Dave Ulrich, autor de "Recursos Humanos Champions" - con quien comparto muy poco su enfoque vertebral sobre el sentido de la profesión - describe muy bien las dificultades de nuestras debilidades estructurales.
Para confirmar aún más la ambigüedad sobre las que nos movemos, hagamos el ejercicio de suponer cómo describirían al "buen" profesional de Recursos Humanos personalidades tan distintas como los presidentes de distintas empresas.
Qué entendemos por "profesional"
La aproximación más eficaz respecto de la definición de los términos que utilizamos es el diccionario, cuya función principal es, precisamente, fijar el significado de las palabras y su posibles acepciones. En este caso, tomaremos como fuente la que propone el diccionario Webster, por dos motivos: 1) Es la definición más completa entre los diccionarios consultados. 2) Ha sido utilizado como base por el Consejo que agrupa las Asociaciones Profesionales de Recursos Humanos de Canadá, a quienes citaremos más adelante.
Según el diccionario Webster, una profesión es "un llamado, vocación o cargo que requiere conocimientos especializados y frecuentemente, una larga e intensa formación académica". Para ser definida como profesión debe poseer no menos de seis condiciones:
a. Un cuerpo de conocimientos común.
b. El establecimiento de estándares de desempeño.
c. La existencia de una organización profesional representativa.
d. Otorgamientos de matrícula.
e. Reconocimiento externo de la profesión.
f. Un código de ética.
Si quisiéramos ser reconocidos como profesionales, de acuerdo a esta definición, surge claramente que estamos a medio camino. Veamos uno por uno.
Un cuerpo de conocimientos común. A pesar de que las carreras de grado en la especialidad tienen, en Argentina, una historia corta (algo más de 30 años), se ha constituido un cuerpo de conocimientos sólido, a partir del ejercicio de la docencia y las investigaciones. No obstante, existe una gran dispersión en los temas centrales y los avances alcanzados respecto de técnicas, estudios o metodologías de intervención. En principio, aunque se justifica por el reducido mercado, hay baja producción nacional de textos de la especialidad y de irregular calidad, excepto muy calificadas excepciones: Leonardo Schvarstein, Abraham Pain, Jorge Etkin, Aldo Schlemenson, Ernesto Gore y otros pocos. La bibliografía predominante proviene de traducciones de autores estadounidenses, donde solemos encontrarnos con textos de una pobreza intelectual formidable, aunque pese a ello suelen convertirse en best-sellers. El paradigma de la infantilización de dirigentes fue la venta masiva del libro ¿"Quién se ha llevado mi queso?", lo cual habla muy mal del nivel de lectura a los que nos vamos acostumbrando a manejar.
Establecimiento de estándares de desempeño. Es más fácil reconocer estándares en alguna áreas técnicas, tales como Remuneraciones, Capacitación, Legislación Laboral, etc., pero la consistencia se diluye cuando se abordan temas referidos a las relaciones laborales, interpersonales o referidas a la ética profesional. Es una de las cuestiones pendientes.
Existencia de una organización profesional representativa. Existen en la actualidad distintas asociaciones profesionales con personería jurídica, pero no se ha establecido un Consejo Profesional. Es una carencia que, en caso de ser debidamente institucionalizada y administrada, perfilaría los alcances de la profesión de un modo más concreto.
Otorgamientos de certificación. Hoy día nos encontraríamos con muchas dificultades en el otorgamiento de matrículas profesionales debido a que las personas que ejercen provienen de distintos ámbitos académicos (psicología, derecho, sociología, ingeniería, ciencias económicas, etc.), por lo que sería necesario establecer una transición que reconocieran la experiencia, los conocimientos y competencias de cada profesional para ser habilitado.
Reconocimiento externo de la profesión. En este punto claramente estamos a medio camino, ya que nuestra profesión no se encuentra totalmente reconocida en la sociedad. Es la consecuencia de muchas de las situaciones planteadas más arriba, respecto de la diversidad de títulos académicos referidos a los mismos objetivos y contenidos, más el hecho de que cualquier profesional proveniente de otras ramas del saber, o simplemente idóneos, son los que ocupan los cargos o funciones correspondientes a los profesionales de recursos humanos. En este punto debemos detenernos y retomar la primera definición del diccionario respecto del término "profesión", que se vincula a "vocación". Dicho de otro modo, hay una diferencia abismal entre ejercer vocacionalmente una profesión o, simplemente, desempeñar un trabajo remunerado. En términos coloquiales, conseguirse un "trabajito" y, de hecho, el área de Recursos Humanos suele ser con frecuencia el depósito de aquellos gerentes a los que no se les puede despedir por distintas razones (económicas, deuda por viejas lealtades, etc.) y se los ubica allí porque se parte del supuesto que cualquiera puede ejercer la función.
Es parte de la definición que, quien ejerce, debe ser remunerado por ello, pero la remuneración no reemplaza ni reemplazará los fundamentos vocacionales que debieran sustentar la práctica profesional.
Un código de ética. Este punto es el objeto de nuestro trabajo, por lo que nos extenderemos con mayor profundidad en los párrafos que siguen. No obstante, las deficiencias que venimos anotando hasta aquí respecto de las condiciones necesarias para considerarnos profesionales, tienden a poner de manifiesto la importancia de la ética como marco de referencia para todo aquel que desempeñe una función cuyo objeto sea la administración de los recursos humanos. Un ejemplo práctico es la referencia al juramento hipocrático, base del desempeño de los profesionales de la medicina.
Qué es "ética"
Debemos partir, para ser claros, de lo más elemental, esto es, entender por qué la ética es propia de nuestra condición de seres humanos y, a partir de aquí, desarrollar las distintas variables del quehacer filosófico sobre el tema. En primer lugar, el comportamiento ético o moral proviene de la posibilidad de tomar decisiones racionales, mediante las cuales nos hacemos responsables de elegir nuestros actos. A modo de ejemplo contrastante, un carnívoro cualquiera no tendrá en cuenta si está bien o está mal matar a una gacela de pocos meses o sería más ético hacerlo con una gacela adulta. Su acción responderá a la satisfacción de sus necesidades de alimento, sin mediar un juicio de valor sobre su acción. En este sentido, las fieras carnívoras, como cualquier otro animal, son muy pragmáticas.
Para decirlo de otro modo, "estamos condenados a ser libres, a hacer elecciones" (Cortina, 2000, 19), lo cual implica que cualquiera sea el plano en el que actuemos (personal, profesional u organizacional) estaremos eligiendo entre actos que consideremos buenos o malos. ¿Buenos o malos para quién?
En este punto debemos aclarar que hay varios enfoques sobre la ética, uno de los cuales ya hemos mencionado respecto de la diferencia entre los hombres y los animales y se parte del concepto que los hombres son estructuralmente morales, por lo que están obligados a justificar sus elecciones.
Por su lado, el llamado "eudemonismo", parte del principio de que los hombres tienden necesariamente a la felicidad, y la ética se constituye, entonces, en la fundamentación de los medios para obtenerla. Es la corriente que nace con Aristóteles, en particular en "Ética a Nicómaco".
En tercer lugar podemos mencionar el "hedonismo", que afirma que todos los seres vivos buscan el placer. Esta corriente de pensamiento deriva en el "utilitarismo", que parte de "la máxima de la mayor felicidad del mayor número [de personas] como criterio para decidir entre dos cursos alternativos de acción" (Cortina, 2000, 30). Para definir una u otra acción, entonces, deben tenerse en cuenta las consecuencias (ética teleológica o consecuencialista), es decir, a qué cantidad de seres vivos afectará y de qué modo. Como contrapartida a esta corriente nacen las éticas llamadas "deontológicas", que se ocupan de las normas y respeto a los derechos de los hombres.
Una cuarta posición es la kantiana, que se basa en la dignidad y la autonomía de los hombres, en su derecho a ser respetados. El propio Kant, en "Fundamentación de la metafísica de las costumbres", afirma que "los seres racionales son fines en sí mismos, tienen un valor absoluto y no pueden ser tratados como simples medios". Se da fundamento a la dignidad humana y es el principio del reconocimiento de los derechos humanos. Desde este enfoque quedaría invalidado, por oprobioso, el nombre "recursos humanos".
Qué es "Recursos Humanos"
Cualquiera de los fundamentos de la ética hasta aquí descriptos pueden servir para dar lugar a la ética aplicada, esto es, de qué manera se pueden orientar las acciones en el ejercicio de una profesión. Más precisamente, estamos hablando del "ethos", entendiéndose a éste como rasgo distintivo de la cultura de una organización o un grupo. En nuestro caso, los profesionales de recursos humanos. El grado de pertenencia y, por lo tanto, la identidad percibida por la sociedad depende de que adhiera o no a los valores que dan sustento a la profesión. Vale remarcar que estamos hablando de "adhesión" que es el extremo opuesto de la "aceptación", donde intervienen las sanciones. Este es el peligro que existe cuando la función de un Consejo Profesional o cuando un código de ética pasa a convertirse en corporativismo o simples procedimientos disciplinarios.
Lugar del profesional de Recursos Humanos
Aunque la preocupación por la ética empresarial crece a partir de los años sesenta del siglo pasado, a través de los cuestionamientos a la influencia y poder de las empresas transnacionales, cobra mayor vigor a fines de los ochenta y durante los noventa a partir de las consecuencias sociales referidas al impacto ecológico del desarrollo industrial y la potenciación del consumismo como estilo de vida (Lozano, 1999, 39). En medio de esta situación debemos plantear nuestra actuación profesional, por lo que vale la pena ubicarnos muy sintéticamente en este escenario.
La cuestión de la ética empresaria
Ética y empresa parecen términos antitéticos y lo son en tanto persigan fines que se anulen mutuamente. Ingresa aquí la cuestión de los medios y los fines, ya que si el fin último de la empresa es exclusivamente la rentabilidad, ni siquiera entraría en juego la posición consecuencialista (la mayor felicidad del mayor número), considerando como válido, por ejemplo, la destrucción de la capa de ozono - que afecta a un gran número de personas - para no interrumpir el crecimiento industrial, o los despidos masivos sin intervención del mecanismos de seguridad social que eviten los crecientes niveles de indigencia. La ética de la empresa, por lo tanto, "no es una ética de una convicción, sino de una responsabilidad por las consecuencias de las decisiones que se toman, lo cual no significa optar de modo alguno por el pragmatismo, sino que es preciso tener en cuenta las consecuencias de las decisiones para aquella finalidad por la que la empresa existe y que consiste en la satisfacción de las necesidades humanas. (Cortina, 2000, 90. El subrayado es nuestro)
Actuación del profesional de Recursos Humanos
Cualquier profesional de recursos humanos de la Argentina se encuentra desamparado frente a las decisiones que tiene que tomar en su actividad cotidiana en tanto carece de un marco de referencia sobre los límites de su profesión. Hasta ahora, cada uno ha resuelto la cuestión a través de sus propios códigos éticos individuales, más las versiones populares sobre lo que se espera de él o ella. En la base podríamos encontrar aquellos principios morales de la sociedad en la que vivimos, la llamada "ética cívica", pero si nos atenemos a definición de Adela Cortina, ni siquiera ésta es respetada o demandada por los empleadores.
Puede alegarse que otro de los límites visibles, que no deben ser trasgredidos por los profesionales de recursos humanos son aquellos que están definidos por los aspectos legales. Sin embargo, no es suficiente, ya que quedarían afuera muchas prácticas que, en los hechos, violan las leyes vigentes. Para ejemplo sirva el habitual pago de remuneraciones "en negro", los sobornos a instituciones gubernamentales y sindicales, la ejecución de presiones sobre empleados para forzar su renuncia, etcétera. La pregunta fundamental, a la que es difícil responder, es: ¿cómo sabremos cuándo debemos renunciar para no violar las normas más elementales de nuestra ética profesional?
Las prácticas sin marco ético han llevado hacerse popular la mención a que "los de recursos humanos estamos para despedir gente". En otros términos, nuestra función principal estaría más cercana a de los verdugos profesionales, con el agravante que ni siquiera esto lo sabemos hacer bien, ya que hay escasa o nula formación al respecto. Es una realidad que se niega por legítimo pudor, ya que los profesionales de recursos humanos preferimos tener una imagen más benévola de nosotros mismos. He escuchado hasta el hartazgo - de boca de mis alumnos y también de colegas -, que han elegido la profesión porque "les gusta el contacto con la gente". La pregunta a continuación es "para qué". ¿Acaso un placer narcisista, mezquino o bien una vocación solidaria? El lugar que ocupamos o en el que suelen colocarnos termina siendo corrosivamente ambiguo. Algo así como monjitas pertenecientes a la misma orden que Teresa de Calcuta o bien gladiadores implacables, ajenos a una noción mínima de piedad. Maestros humanitarios o delfines de las estrategias empresarias referidas a sus recursos humanos.
Algunas conclusiones necesarias y provisorias
Desde nuestra propuesta, la identidad del profesional de RRHH se afirma sobre tres puntos fundamentales: autoridad operativa, autoridad intelectual y autoridad moral, tal como intentamos describir en el gráfico que sigue:
Autoridad operativa. En tanto RRHH es un área de servicio, debe ser modelo de respuesta y eficiencia respecto de las demandas de la organización. Es necesario mantener un mecanismo administrativo que apoye a la línea en sus necesidades, ya sea en el corto, mediano o largo plazo.
Autoridad intelectual. Por lo general, los problemas y decisiones que le llegan o le son propias del área de RRHH son de múltiples dimensiones, casi nunca tienen respuestas unívocas. El profesional de RRHH debe poseer sólidos conocimientos técnicos, pero no son suficientes. Es preciso contar también con una visión muy amplia y actualizada sobre la sociedad, la historia, la política, la psicología y cualquier otro aporte que lo habilite a proponer alternativas de un rango cualitativo mayor, que lleguen más allá de los prejuicios, de las ideas y conceptos estándar.
Autoridad moral. Es la base que posibilita el desempeño de la función de RRHH. Ninguna de las dos condiciones mencionadas anteriormente (autoridad operativa e intelectual) puede reemplazar la ausencia de autoridad moral. En el plano individual es inaceptable que el ocupante de un cargo en el área de RRHH obtenga ventajas o prebendas, o perciba gratificaciones no institucionalizadas. En el plano profesional, no podría sostenerse si comete o permite actos de abuso o maltrato (mobbing), si privilegia a parientes o amigos o utiliza procedimientos discriminatorios. No podría participar en la violación de leyes en vigencia o la tramitación de sobornos gremiales o gubernamentales. He aquí la necesidad de un código de ética.
A modo de hipótesis, podríamos aventurar que quizás sea necesario constituir un Consejo Profesional que regule las prácticas de los profesionales de RRHH, tal como existe en algunos países avanzados. De hecho, puede consultarse la página web del Professional Assessment Resourse Center, donde se publica el código de ética del Canadian Council of Human Resources Associations (CCHRA). Extraeremos de dicho código, un par de puntos, a manera de ejemplo, aunque sugerimos enfáticamente consultar el texto completo:
- Apoyar, promover y aplicar los principios de los derechos humanos, equidad, dignidad y respeto en los lugares de trabajo, en el ejercicio de la profesión y en la sociedad toda.
- Esforzarse en armonizar las necesidades e intereses de los empleados y la organización en la práctica profesional.
Ética y Economía (Por: Carlos María Vitta, Stella Marís Scarafiocca y Santos Jesùs Fior)
Se analiza la relación entre ética y economía a lo largo de la historia. Partiendo de la antigüedad va mostrando como ambos conceptos, que al principio estaban muy unidos, se fueron separando.
En la Grecia Antigua, no había una diferencia clara entre filosofía (ética), política y economía. En la Edad Media, con la filosofía cristiana y la escolástica, la ética continúa siendo entendida como la guía práctica de la actividad económica, lo que se intenta lograr a través de la enunciación de “preceptos”, como los relativos a la propiedad, a la usura, al trabajo, al salario, al desprendimiento de la riqueza, al sentido social de ésta.
La separación del análisis científico de los hechos sociales y económicos respecto al juicio y guía moral sobre ellos tiene lugar en los albores de la época moderna. De la conciencia como sujeto ético se pasa a la conciencia como sujeto cognitivo.
La racionalidad ética parece haber perdido la partida histórica en que se ha enfrentado con la racionalidad científica. Sin embargo, como disciplina prescriptiva que es, ha mantenido la presencia de su discurso buscando eficacia práctica por caminos diferentes.
Coincidimos con Adela Cortina, en que la garantía de la articulación entre ética y economía se fundamenta en la afirmación de que “Nada de lo Humano es ajeno a la moral”. Y si la economía es una actividad humana que busca la felicidad de las personas y de la sociedad, entonces es esencialmente ética.
Adela Cortina, en una conferencia reciente en Bogotá, sobre “La ética empresarial y de las organizaciones en el tercer milenio”, nos recordaba que las relaciones entre ética y economía no han sido siempre tan lejanas como parece.
En la Grecia Antigua, no había una diferencia clara entre filosofía (ética), política y economía. Es interesante, por lo tanto, hacer una breve reseña histórica de este proceso a fin de comprender acerca del momento y la situación en que nos encontramos.
Podemos comenzar con La República de Platón, en que aparece la que es tal vez la primera formulación conceptual sobre la economía. El modelo político-económico propuesto por Platón se funda exclusivamente en motivaciones éticas, en cuanto toda la propuesta busca forjar un nuevo hombre en el cual la virtud y la buena disposición del alma guiarán sus acciones y lo alejaran del vicio y la violencia. Platón rechaza la propiedad privada y postula la propiedad común. Es consciente que hay una absoluta distancia entre la economía real y su formulación ética de la economía, pero es clara su intención de que ésta llegue a aplicarse. En este contexto se comprende claramente del siguiente diálogo, en La República, 592 b: “Glaucón: Ya entiendo; quieres decir: en aquella ciudad que ahora hemos fundado y discutido, que tiene su sede en nuestros razonamientos y discursos, pues no creo que exista en ningún lugar de la tierra. Sócrates: Pero en el cielo quizás exista un modelo de ella para el que quiera verla, y viéndola se proponga fundarla en sí mismo”.
Por su parte “Aristóteles creía que una sana economía es indispensable para que los seres humanos puedan vivir una vida feliz y que así mismo para esa vida feliz es indispensable la política...la economía se encargaría de satisfacer o de ayudar a satisfacer las necesidades de los seres humanos en la casa y la ética se ocuparía de ir enseñando que son los modelos de vida buena...” En definitiva la ética derivaría en la política, y ésta, entendida como la ciencia del obrar humano, se encargaría de que es lo justo y lo injusto en la ciudad –estado (griega) o polis.
En la Edad Media, con la filosofía cristiana y la escolástica, la ética continúa siendo entendida como la guía práctica de la actividad económica, lo que se intenta lograr a través de la enunciación de “preceptos”, como los relativos a la propiedad, a la usura, al trabajo, al salario, al desprendimiento de la riqueza, al sentido social de ésta. El justo precio, se sostenía, es el que fija el mercado, siempre y cuando ninguna de las partes se aproveche de la ignorancia o la debilidad de la otra. Si bien se entiende que la economía es algo que como realidad es independiente, todo el saber económico apunta a subordinarla a la ética. De este modo el conocimiento económico se manifiesta en forma de enunciados sobre el “deber ser” de las decisiones económicas.
La separación del análisis científico de los hechos sociales y económicos respecto al juicio y guía moral sobre ellos tiene lugar en los albores de la época moderna, y sus inicios pueden atribuirse a Nicolás Maquiavelo, considerado el fundador de la ciencia política. Maquiavelo formula un riguroso enunciado científico sobre cómo funcionan la política y el poder, donde los objetivos se logran con independencia respecto a la ética.
Entre la segunda mitad del siglo XV y mediados del XVII aparece la teoría económica conocida como “mercantilismo”, que por primera vez examina la economía como realidad objetiva independiente de las doctrinas. Las formulaciones de J.B.Colbert, entre otros, constituyen el comienzo del proceso de autonomización de la ciencia económica respecto a la ética; pero es una separación precaria, pues todavía se busca apoyo moral para las formulaciones y propuestas económicas. En efecto, en un contexto cultural dominado por las concepciones religiosas, el mercantilismo busca todavía una fundamentación ética, o más exactamente, encuentra una justificación ética en la Reforma Protestante, por ejemplo, que da una valoración positiva de la actividad económica, de los negocios y del enriquecimiento personal y de las naciones.
Es importante tener en cuenta la función cumplida por la reforma protestante en este cambio de perspectiva. Max Weber examina en su obra La ética protestante y el espíritu del capitalismo, de qué modo la Reforma estableció los fundamentos doctrinarios y éticos necesarios para justificar el ‘espíritu del capitalismo’, que identifica en la búsqueda racional de las ganancias económicas y que supone la dedicación a los negocios como una actividad que no es ‘mundana’ sino necesaria y éticamente justificada. Por cierto, la ética protestante valora el bienestar y la riqueza solamente cuando son obtenidos mediante el esfuerzo personal y el trabajo, la vida modesta y el ahorro, la creatividad y el espíritu emprendedor.
A su vez, Max Weber defendía la tesis de que la empresa está ligada a la ética por que la vocación del empresario es generar riqueza para la colectividad y no para un individuo particular
Después de Maquiavelo, todas las ciencias sociales, incluida la economía, separan rigurosamente los juicios sobre los hechos de los juicios de valor, el análisis de la realidad considerada objetiva (de lo que es) del análisis del deber ser (considerada una cuestión subjetiva). Así, por ejemplo, la sociología con Durkheim, identifica el principio metodológico de “tratar los hechos sociales como cosas”. Es la gran revolución realizada por el positivismo, que marca la ruptura de la conciencia moderna respecto a las filosofías anteriores y la conciencia antigua y medieval.
De la conciencia como sujeto ético se pasa a la conciencia como sujeto cognitivo. Contribuyó grandemente a esta separación el liberalismo, que grafica esta independencia en la famosa frase “laissez faire, laissez passer” de Vicente de Goumay. En los inicios del capitalismo, Adam Smith, que era profesor de filosofía moral, afirmaba que aunque la tarea de la economía es generar riqueza, la economía está en manos de los seres humanos y su finalidad es que la humanidad sea más libre. Estar sometidos a las necesidades no permite una vida en libertad. Smith era un filósofo y su primera obra “Teoría de los Sentimientos Morales” tenía un marcado carácter ético en cuanto se centraba en el estudio de la conducta humana. Pero la obra por la cual se lo reconoce como economista – La Riqueza de las Naciones- establece que los objetivos de la economía son: a) permitir que la gente se proporcione ingresos, y b) proporcionar al Estado los ingresos crecientes que le permitan la prestación de los servicios públicos. La ética ha desaparecido así de los objetivos de la economía, y también del análisis económico. En efecto, Adam Smith plantea que la economía se caracteriza por hechos constantes y uniformes que se repiten y constituyen leyes. Es así que formula como principios y leyes principales de la economía tras el logro de sus objetivos de generar riqueza: a) el interés propio como motor de la actividad; b) la competencia como impulsor de la eficiencia; c) la ley de la oferta y demanda como mecanismo regulador, y d) la ley del valor del trabajo como fundamento de la acumulación económica.
La ciencia económica continuará desde entonces como una disciplina que analiza los hechos y propone modelos teóricos exclusivamente en base a la información empírica interpretada por conceptos supuestamente referidos a los hechos, relaciones y procesos prácticos, ajena a toda consideración ética.
El proceso de independización de la economía respecto de la ética llega a su máxima expresión con Keynes, que por primera vez reconoce y formula algo que estaba implícito en autores anteriores: que la economía funciona de manera adecuada cuando se organiza contrariando directamente los principios éticos tradicionales. Escribe Keynes textualmente: “Cuando más virtuosos seamos, cuando más resueltamente frugales, y más obstinadamente ortodoxos en nuestras finanzas personales y nacionales, tanto más tendrán que descender nuestros ingresos… La obstinación sólo puede acarrear un castigo y no una recompensa, porque el resultado es inevitable. Por tanto, después de todo, las tasas reales de ahorro y gasto totales no dependen de la precaución, la previsión, el orgullo o la avaricia. La virtud y el vicio no tienen nada que ver con ellos”. (Keynes, Teoría general de la ocupación, el interés y el dinero De este modo la racionalidad ética parece haber perdido la partida histórica en que se ha enfrentado con la racionalidad científica. Sin embargo, como disciplina prescriptiva que es, ha mantenido la presencia de su discurso buscando eficacia práctica por tres caminos diferentes.
El primero ha sido el de plantear formas económicas éticas como propuestas alternativas a las predominantes. Así, por ejemplo, el cooperativismo, las finanzas éticas, el consumo ético, el comercio justo. En todos estos proyectos, se proponen modelos de unidades económicas (producción, distribución y consumo) derivados de principios éticos; pero tienen un problema que no logran resolver, y es que no son verdaderamente eficientes, exigen sacrificios a sus participantes (cuando la lógica de la economía es la de maximizar los beneficios y el bienestar), y finalmente no logran consolidarse ni expandirse en el mercado, permaneciendo como islas testimoniales marginales respecto a la economía en su conjunto.
El segundo camino ha sido buscar la subordinación de la economía a la ética a través de la acción del poder social y político. Las razones éticas proporcionan argumentos a las luchas sociales de los sectores que experimentan la marginación o la subordinación económica, y a las corrientes políticas que las convierten en políticas del Estado y que imponen, por la vía de la autoridad y las regulaciones, las exigencias éticas sobre la economía. Los resultados parciales que se han logrado por esta vía suelen ser fuertemente resistidos por los economistas en cuanto implican sacrificios de la eficiencia macroeconómica, y en realidad no constituyen una genuina validación de la ética sino de la razón política por sobre la razón económica.
El tercer modo en que se mantiene vigente el pensamiento ético sobre la economía es a través de propuestas intermedias que buscan algún equilibrio entre la búsqueda de la eficiencia económica y las exigencias de la ética. Se sacrifica en parte la racionalidad económica y se moderan las exigencias de la racionalidad ética, en una suerte de compromiso cultural. Conceptos como los de responsabilidad social empresarial, salario ético, políticas redistributivas, van en esta dirección. El problema es que tales equilibrios intermedios dejan insatisfechas tanto a las razones de la economía como a las de la ética. La cuestión se convierte en un dilema donde ninguna medida satisface a ambas partes.
El problema de fondo de estas tres maneras de enfrentar esta cuestión es que en realidad la ciencia económica tiene razón cuando sostiene que la subordinación de la lógica económica a la ética, o más exactamente, las interferencias de ésta en el mercado capitalista, implican sacrificar parte de la eficiencia de este modo de organización económica.
¿Significa esto que la ética debe renunciar a su intento de obtener que la economía proceda siempre hacia el bien social y que cumpla el objetivo de favorecer el más completo desarrollo humano, contribuyendo a crear las condiciones para que se instalen los valores en la vida social y las virtudes en las conductas de los individuos? De ninguna manera. La ética siempre va a mantener vigentes sus postulados. Sus resonantes no se silenciarán jamás. De la mano del P. Fernando Montes SJ, Rector de la Universidad Alberto Hurtado, de Chile, podemos identificar algunos aspectos que no se pueden claudicar.
En primer lugar, la necesidad de una economía que no nos quite el carácter de ser sujetos de la actividad humana. Hay que revitalizar la ética para que las leyes económicas no sean concebidas como algo inexorable sino como una oportunidad para que el hombre sea sujeto de la historia, libre, y responsable de los demás.
En segundo lugar, debemos ser conscientes que “lo más humano ni se compra ni se vende; tiene valor pero no tiene precio”. La amistad, el amor, la solidaridad pertenecen al ámbito de la gratuidad.
En tercer lugar, la no separación entre la ética personal y la ética organizativa (social). Porque de ser así, las instituciones y las organizaciones estarían “más allá del bien y del mal moral”.
Finalmente, cerrar esta reflexión sobre las relaciones entre ética y economía diciendo con Adela Cortina, que la garantía de la articulación entre las mismas se fundamenta en la afirmación de que “Nada de lo Humano es ajeno a la moral”. Y si la economía es una actividad humana que busca la felicidad de las personas y de la sociedad, entonces es esencialmente ética.
El actual desafío consiste, esencialmente, en allanar la distancia entre discurso y acción. Importancia de la Deontología La deontología es una disciplina subsidiaria de la ética que se enfoca en las obligaciones morales que las personas tienen considerando como patrón de evaluación a la utilidad de las mismas. Así, desde esta perspectiva, aquello que es correcto y debe ser llevado a la práctica coincide con aquello que beneficie al mayor número de personas. La importancia de este enfoque en lo que respecta a la moral es su asociación con distintas actividades profesionales, significando con esto que es muy común apelar a estos principios para el desarrollo de una ética en lo que respecta a distintos desempeños laborales.
La Deontología Profesional
La ética o moral profesional es parte de la moral aplicada a las profesiones y a los problemas que ellas plantean. Es una ciencia normativa que estudia los deberes y derechos de los profesionales y los valores implicados en la actividad laboral. La ética profesional es actualmente denominada “deontología”. Esta palabra proviene del principio griego “deon” que es “lo que conviene”. La moral profesional se ocupa de determinadas obligaciones éticas que surgen en relación con el ejercicio de la profesión, en el desarrollo del trabajo en relación con los aspectos externos que tienen repercusión en la sociedad, común a los demás hombres. Surgirán entonces deberes y obligaciones como miembro de una sociedad en la que realiza una actividad y en relación con su función particular. La profesión debe subordinarse a la moral y en caso de conflicto debe prevalecer ésta sobre la profesión ya que lo contrario sería una subversión de valores humanos. La moral profesional se puede poner en práctica teniendo presente los siguientes aspectos:
- el aspecto individual: esto significa que el acto profesional tenga todas las cualidades que hacen moralmente buena a la acción humana.
- El aspecto social: el acto profesional implica alteridad, esto es, relacionarse con otros.
La profesión
La profesión es una actividad humana habitualmente dirigida a un quehacer concreto, útil y exigido, por lo que el individuo, debidamente preparado, colabora con el bien común de la sociedad en que vive, al mismo tiempo en que encuentra en ella los medios de subsistencia adecuados, siempre bajo el control de la ley o los controles propios de su trabajo específico.
La profesión otorga la capacidad de contribuir con eficacia e inteligencia al bien común, esto implica un deber para con la sociedad y construye un medio económico de subsistencia. Es la universidad la que prestigia el conocimiento y forma profesionales que desarrollarán actividades económico – sociales específicas.
Los profesionales son “las personas que poseen un amplio conocimiento teórico, aplicable a la solución de problemas vitales recurrentes pero no estandarizados y que se sienten en la obligación de realizar su trabajo al máximo de los conocimientos, al mimos tiempos que se sienten identificados con los demás profesionales”. Si una persona actúa moralmente en si vida privada seguramente actuará moralmente en su profesión.
Todas las profesiones tienen una moral genérica que se reduce a trabajar bien y a asumir las responsabilidades que devienen de su labor y el profesional debe formarse específicamente para desempeñar su trabajo, moralmente bien aunque cada profesión plantea cuestiones morales específicas o prioriza algunos principios éticos sobre otros. Además implica peculiares derechos y obligaciones.
Principios deontológicos aplicables a la labor profesional en sentido general
Existen dos requisitos que deben cumplirse para ejercer honestamente una profesión: ciencia y vocación:
Ciencia: Se hace referencia a que el profesional debe tener conocimientos específicos sobre su actividad. Se estudia una carrera para aprender teórica y prácticamente todo lo que atañe a la labor y el título es el comprobante oficial de que la persona está preparada para ejercer su profesión. Se trata de una garantía de preparación científica o técnica aunque no todos egresan con el mismo caudal de conocimiento ni todos acrecientan su saber diplomas del egreso. Por razones de ética, el profesional debe completar sus conocimientos, actualizarse en cuanto a contenidos, métodos y técnicas de procedimiento. Cuando se sorprenda en un error o ignorancia debe subsanar el defecto y si este fue advertido por su cliente, debe admitir con honestidad su error o ignorancia aún a riesgo de perderlo.
Se entiende por incompetencia profesional a la falta de mínimum de ciencia, de aptitud. Salvo en los casos muy difíciles de resolver ya que ahí es muy importante tener la humildad de consultar a sus colegas y esta actitud subirá el nivel de su conducta ética.
La vocación: Es una inclinación del espíritu hacia una actividad que produce en el sujeto satisfacción y gusto y supone ciencia e idoneidad. La ciencia a veces origina la vocación y otras la vocación lleva a la adquisición del a ciencia. Si bien la profesión es un medio de vida, una actividad lucrativa, es fundamentalmente un servicio para la comunidad. Servir a los demás es un objeto ético de la actividad de la persona. Para las normativas éticas, si lo único y / o lo primero que motiva al ser humano para elegir si profesión es el lucro, está mal orientado. Debe dirigirse primeramente hacia su vocación y sus aptitudes, elegir una profesión que satisfaga su idoneidad y su vocación y que además proporciones ingresos para subsistir.
Autoridad y responsabilidad
El profesional debe ser una autoridad en sentido científico, debe poseer un vasto y profundo conocimiento sobre su actividad, debe tener la virtud de la veracidad y de la autenticidad que consiste en manifestar lo que piensa. Se trata de un profesional competente que predispone a los demás a creer lo que esa persona diga respecto de los temas que le conciernen porque tiene competencia (ciencia) y porque es veraz en la manifestación de esos conocimientos (verdad moral). Un profesional con autoridad debe cultivar el hábito del saber y el hábito de ser veraz. Pero la circunstancia de saber mucho sobre lo profesional no convierte a nadie en una autoridad en la materia. El profesional es una autoridad cuando sabe y dice lo que sabe, cuando tiene seguridad en lo que dice y en el caso de que no sepa también lo debe decir. Así procede un profesional que tiene ética.
La honestidad intelectual
Se entiende por honestidad intelectual una forma de vida profesional que busca, acepta, ama y trasmite la verdad. El objeto de la inteligencia debe ser la verdad y la honestidad intelectual designa una combinación de voluntad e inteligencia. El profesional debe buscar la verdad en lo relacionado con su actividad específica ya que la veracidad es una virtud social con aplicación a lo profesional. Es “la virtud que inclina a decir siempre la verdad y a manifestarse al exterior tal como somos interiormente”. Si no dice la verdad es q tiene la intención de engañar o falsear la realidad. Pero una verdad dicha en un mal momento o de mala manera puede causar efectos desastrosos hasta el punto de resultar perjudicial y destructiva. Existen cuatro teorías y enfoque éticos con referencia a la verdad:
1) las teorías deontológicas: afirman que el ser humano debe seguir los principios o reglas éticas independientemente de las consecuencias que ello provoque. El profesional entonces tiene la obligación de decir la verdad, aun cuando en ciertas ocasiones mentir pueda producir buenas consecuencias.
2) Las teorías utilitaristas entienden que la obligación moral consiste en maximizar los resultados positivos y minimizar los negativos. Entonces el valor moral de una acción, depende de sus consecuencias. Si la consecuencia de mentir es más positiva que la de ser veraz, ésa es la acción correcta.
3) Según la teoría de la ley natural el hombre debe recurrir a las leyes naturales como guía del comportamiento, que las descubre a través de la razón, de la racionalidad. El engaño no es aceptable porque implica no reconocer el valor de la persona, pero admite una excepción, cuando se lo practica promover un bien natural.
4) La ética de la virtud se centra en las virtudes que se desean estimular. Esta teoría se pregunta cómo se debe vivir para lograr un carácter virtuoso, suponiendo que la persona virtuosa hará lo correcto, que sabe seleccionar un principio moral en vez de otro. La acción de mentir es incompatible con la honestidad y manifiesta un rasgo de carácter moralmente indeseable
Existen virtudes morales como la prudencia que aconsejan en qué sentido debe tomarse la decisión de decir la verdad. Transmitirla constituye u acto de honestidad siempre que esa transmisión se ajuste a las normas de la moralidad. La verdad siempre es un bien pero los efectos de su conocimiento pueden ser malos física o psíquicamente para aquellos a quienes se transmite
Para que haya mentira se requieren dos condiciones: que exista la voluntad de decir algo que es falso y que la palabra no trasluzca ni represente el pensamiento interior, de tal forma que la persona a quien se dirige el mentiroso caiga en el engaño. El profesional debe ser franco con su cliente y no engañarlo. Debe confesar su incompetencia para resolver una cuestión y esta situación de honestidad y sinceridad contribuyen a que mantenga su equilibrio ético.
El secreto profesional
Se entiende por secreto lo que cuidadosamente se tiene oculto. Existe aquí un doble significado: el que indica que algo debe permanecer oculto y la obligación de no revelarlo a nadie. Es un pacto entre el que confía algo y quien recibe la confidencia y esta situación se da implícitamente entre el profesional y su cliente. Suele violarse un secreto profesional de tres formas:
1) la investigación ilegitima: toda averiguación que se realiza sin otro fin que la curiosidad o la malicia es ilícita salvo que se realice por el bien de la sociedad
2) la comunicación indebida: es grave porque debe mantenerse el secreto aún en aquellos casos en que debería manifestarse.
3) El uso en beneficio propio: es ilícito todo lo que pueda llevar al aprovechamiento indebido del mismo. Salvo en ciertas circunstancias en las que la divulgación del secreto pueda evitar un peligro mortal al propio cliente.
El profesional debe guardar el secreto de lo que sabe por su profesión y en algunas ocasiones no puede decir la verdad sin quebrantar el secreto profesional.
La honradez
Es otra exigencia fundamental del profesional. La honradez hace referencia a proceder con rectitud. Este término encierra la actitud de bondad y de integridad al obrar. Es rechazar la mentira, el soborno, es seguir el dictado de la consciencia moral, no es un desenfrenado afán de lucro ni la competencia desleal, ni a propaganda engañosa, ni el descrédito al colega, ni la envidia profesional.
Honorarios profesionales
El profesional, al realizar su labor, brinda un servicio y debe recibir a cambio una retribución. Debe encontrar en su actividad los medios de vida adecuados para subsistir. Es conveniente presupuestar por escrito los honorarios y las condiciones de contratación para evitar malos entendidos. Incluso prever honorarios adicionales para el caso de que se excedan las horas de trabajo pactadas. Si no se cumple con el servicio, no se cumple con lo estipulado o se exigen honorarios excesivos, no se realiza la justicia conmutativa.
También se lesiona la justicia distributiva si el profesional es contratado en un cargo público y lo ejerce para su provecho propio o cuando no es apto para esa función. Se afecta la justicia legal si se defrauda a la comunidad por el trabajo realizado o si se ejecuta el trabajo de una manera que no debería hacerse. El cumplimiento del contrato laboral implica dos obligaciones fundamentales: por parte del profesional, ejecutar su trabajo y brindar el servicio pactado. Por parte de los usuarios del servicio, abonar puntualmente los honorarios pactados por la prestación de los servicios.
La idoneidad
Se entiende por idoneidad a la aptitud psicofísica para ejercer la profesión. Si bien el título es un aval de ciencia y de idoneidad puede ocurrir que el profesional no sea idóneo para el ejercicio de la profesión. Puede existir la falta de idoneidad antes de estar graduado y eso lleva a que no se obtenga el título, pero puede ocurrir que la falta de idoneidad aparezca diplomas de obtenerlo ya que puede haber sobrevenido alguna enfermedad, x el desgaste natural del organismo o por hechos accidentales.
El decoro o seriedad profesional
Se entiende por decoro o seriedad profesional a la seriedad de las acciones o de las palabras, al pudor y recato en su apariencia física, en el lenguaje que utiliza o en su comportamiento: abarca también el cuidado del aspecto, que este acorde y sea adecuado al lugar de trabajo y los tonos de voz x ej. son factores que constituyen el decoro. No atenta contra él la pobreza de la ropa pero si la dejadez, la desprolijidad y el desorden.
La diligencia
Consiste en la entrega y el amor al trabajo. Se traduce en los hechos actuando laboralmente con prontitud y cuidando el servicio profesional brindado. La diligencia es definida por la negación, esto significa que no es indolencia, que no es pereza y que no es descuido. O sea, es lo opuesto a la negligencia.
Cortesía o buen trato
La cortesía o el buen trato es otra virtud social aplicada a la ética profesional que consiste en obrar, en las relaciones con los semejantes, de una manera acorde a la dignidad humana. Forma parte del respeto mutuo. La cortesía es una expresión de atención a la persona humana. Un profesional bien educado respeta a todos sus clientes sin distinciones de ningún tipo. Hace referencia a la conducta del hombre educado.
Principios deontológicos aplicables entre colegas: El pluriempleo – la dicotomía – el soborno
Son conductas inmorales que pueden afectar en forma indirecta a la comunidad de intérpretes y provocar situaciones tensas entre colegas.
Pluriempleo: No resulta moral el ejercicio de varios cargos y trabajos sin que se puedan desempeñar adecuadamente. Puede suceder que el intenso trabajo de una persona que abarca lo que no puede cumplir, ocasione un mal para el grupo de profesionales o para la sociedad
La dicotomía es la repartición indebida o fraudulenta de honorarios, el cobro ilegal de dinero por haber recomendado clientes a un colega mientras que el soborno hace referencia a comisiones, regalos o ventajas para conseguir determinadas concesiones para sí o para terceros. El soborno no debe aceptarse ni ofrecerse por el ejercicio o el cumplimiento de una obligación profesional ya que constituyen dádivas o ventajas que pueden inclinar la voluntad del profesional que debe ser imparcial.
El derecho de propiedad intelectual – el derecho de autor: Los derechos de autor están protegidos por la organización mundial de la propiedad intelectual (OMPI). Los autores gozan de los derechos patrimoniales y de los derechos morales, razón por la que pueden exigir que se indique en los ejemplares donde se encuentra grabada su versión, sus nombres y apellidos. La constitución nacional, en el art 75 inciso 19 contempla la libertad de creación y circulación de obras del autor. Faculta al congreso a dictar leyes que protejan la identidad y la pluralidad cultural, la libre creación y la circulación de las obras de autor.
La ley de propiedad intelectual Nro. 11.723 en el art 23 se refiere a los derechos de traducción equiparándolos con el derecho de propiedad del autor. Se debe inscribir la obra en el registro respectivo. La misma norma tutela el derecho a la imagen, protege la apariencia física y se concentra en el aspecto exterior, por ello contempla la necesidad de que exista consentimiento expreso.
El derecho a la fama y honor: Se entiende por fama a la opinión o estima que se tiene comúnmente de una persona. Si su modo de vida o su conducta ante los demás es intachable, adquiere buena fama y todos dan a entender la estimación que le tienen por sus cualidades. La fama puede ser verdadera o falsa. El honor en cambio, es el testimonio de la buena fama que se tiene. Es una testificación de la excelencia ajena, mientras que la fama es la opinión pública de esa fama.
Se viola la fama ajena sin fundamento mediante la sospecha sobre su persona y el juicio temerario. Tb, la difamación aplicada al ámbito laboral es la revelación injusta de un defecto o un vicio oculto en un colega que consiste en oscurecer la fama de una persona injustamente. Es innoble e injusto entre profesionales desprestigiar a otro dando a publicidad sus cosas íntimas. X ej.: La calumnia consiste en imputar falsamente a un colega por un hecho que no ha cometido. El calumniado tiene derecho a una justa reparación.
La violación del honor en cambio, se realiza mediante la injuria o contumelia. Se trata de la ofensa o insulto realizado con palabras o hechos y el daño o molestia que causan cuya finalidad es desacreditar o menospreciar a un colega. Tb se puede hacer mediante la burla y la maldición. La burla consiste en divulgar las culpas o defectos en ciertas circunstancias, se trata más de un desahogo emocional más que otra cosa y la maldición es afirmas o negar en carácter de testigo algún hecho falso a favor o en prejuicio de alguien. Encierra una triple deformidad: perjurio (porque viola el juramento de decir la verdad), injusticia (x el daño que se produce a un inocente) y mentira (x la falsedad testificada).
La solidaridad: Debe prevalecer la solidaridad entre pares, la comunicación abierta y sincera para obtener logros comunes y conseguir un grupo de trabajo integrado y coherente, dentro del cual se puedan intercambiar opiniones, consultarse mutuamente, ayudarse y aconsejarse. Una forma de aprender laboralmente a ser solidario es a través del trabajo en equipo que además produce mayor efectividad y mejores resultados
Unidad 4
Riesgo e incertidumbre en la toma de decisiones (Karla Aguirre Torres)
Introducción
La economía es el análisis del mejor uso posible que puede darse a los recursos más escasos a fin de satisfacer las necesidades humanas desde siempre.
En consecuencia se refiere tanto a la extensión en que el trabajo y el capital son distribuidos entre mercaderías y servicios alternativos. La economía es fundamentalmente una ciencia social más que una ciencia cuyo objeto sea el análisis del comportamiento eficiente de parte de la firma comercial individual.
Sin embargo la economía social requiere que las empresas comerciales estén alertas a las demandas de los consumidores, que sean de volumen suficiente, que estén manejadas con capacidad y que se vean obligadas por la competencia a transferir a los compradores todas las capacidades que tienen para mostrar su eficiencia.
Un buen hombre de negocios no necesita ser un economista, pero ciertos conocimientos de economía podrán ocuparse en la solución de ciertos problemas que pudiera llegar a presentar la empresa, y en algunas ocasiones estas nociones lo ayudarán a tomar decisiones no solo de la empresa si no de la vida misma de manera acertada.
Algunas decisiones comerciales son tan difíciles e importantes como para justificar el uso, no solo del análisis teórico correspondiente, sino también de costosas investigaciones de manera empírica.
Por eso en esta memoria se tratará de explicar lo relacionado con la toma de decisiones para así poder tener una mejor visión del riesgo que se corre por parte de una empresa.
En esta memoria trataré de abordar principalmente lo relacionado a la toma de decisiones ya que el riesgo y la incertidumbre que se tiene al tomar una decisión depende principalmente del tipo de líder que está al mando de la empresa, por eso básicamente es lo que se explica en esta memoria esperando sea informativa.
Administración de Producción y operaciones
La toma de decisiones puede dividirse en dos clases. La primera clase es la determinada como decisiones programadas, esto debido a que las decisiones diarias son rutinarias porque los gerentes suelen usar algunos procedimientos estándar para tomarlas. Algún ejemplo de este tipo de decisiones son las que se toman en el área de control de inventarios, control de costos, control de calidad, control de producción y algunas compras.
Por ejemplo dentro del control de inventarios de una empresa puede ser a través de procedimientos rutinarios, como el cálculo periódico de las cantidades económicas del periodo.
En el control de calidad, deben tomarse decisiones con respecto a la aceptación de materias primas proporcionadas por los proveedores, estas decisiones podrían tomarse basándose en procedimientos estándar basados en los planes de aceptación por muestreo y con esto simplifican el proceso de toma de decisiones hasta que se llegue a un punto medular y realmente importante, en donde ya se llegue a la verdadera toma de decisiones.
Para el área de control de la producción pueden usarse procedimientos estándar para rutas y programación en las decisiones relativas a las máquinas y a los hombres.
La segunda clase de decisiones comprende las llamadas decisiones no programadas que son especiales para una situación dada. Puesto que cada decisión implica un nuevo conjunto de alternativas que pueden ser difíciles de analizar, aquí los gerentes o los encargados de un negocio o empresa tienden a aplica su criterio, experiencia, intuición y reglas empíricas para las decisiones no programadas como por ejemplo la ubicación de un nuevo producto o de un nuevo servicio, o la implementación de un nuevo proceso, la introducción de un equipo automático, etc.
Las variables comprendidas en las decisiones no programadas, por lo general son un poco más complejas que en las decisiones programadas. Los factores económicos en las decisiones no programadas, por lo general son un poco más complejas que en las decisiones programadas. Los factores económicos, sociológicos, psicológicos y éticos, son difíciles de tratar cuantitativamente (cuanto le va a costar a la empresa un triunfo o bien un fracaso), claro a excepción de los económicos que estos, si nos permiten conocer de antemano que es lo que sucede anteponiéndonos la situación de un claro error o de un verdadero acierto.
Pero hay un tercer tipo de toma de decisiones que aunque no es reconocida, si existe en la vida real, como es la combinación de decisiones programadas y no programadas, ya que aquí los datos para tomar decisiones son más difíciles de obtener y por lo tanto los resultados son más inexactos de predecir; el sistema de valores que afecta a las alternativas está sujeto a opiniones; los objetivos están en conflicto, la probabilidad de las ocurrencias no son fáciles de determinar.
Las decisiones programadas tradicionalmente se han tomado sobre la base de procedimientos estándar, confianza en los hábitos administrativos, uso de unas cuantas técnicas cuantitativas tradicionales y el paso por los canales adecuados de la organización. El desarrollo de estos procedimientos, hábitos, técnicas y canales ha sido principalmente el resultado de la experiencia obtenida del método de prueba y error para la toma de decisiones; tales decisiones aunque son efectivas, rara vez representan la mejor opción.
Los desarrollos recientes en el área de las decisiones programadas han permitido a los gerentes moverse en dirección a las decisiones óptimas, uno de estos desarrollos se ve reflejado en el uso de la computadora que permite tener un fácil acceso a datos estadísticos o también una técnica utilizada es la simulación.
La simulación es la manipulación de una o más variables y constantes que se encuentran asociadas a un problema determinado. Cuando se hacen necesarios miles de cálculos, resulta muy útil el equipo electrónico para procesar los datos, la simulación proporciona experimentos mediante los cuales se prueban los cursos de acción alternativos.
Aun cuando se ha empleado la simulación para resolver algunos casos de producción, también se puede ver cuáles son las partes de la misma producción que se verán afectados facilitando la percepción de problemas aunados a la de decisiones respecto a la misma producción y atacando así las posibles consecuencias de una decisión.
El criterio para medir la efectividad de un curso de acción dado, puede incluir costo, tiempo y/o minimización de distancias, y maximización de ganancias valor creado y/o retorno de la inversión.
La mejor ventaja de usar simulación para el tomador de decisiones es que los resultados de una decisión pueden determinarse antes de su aplicación en el mundo real, esto mejora significativamente el enfoque de prueba y error, en el que la ejecución es un pre requisito para descubrir sus resultados.
Otra tendencia reciente implica el uso de las técnicas de investigación de operaciones, tales como la programación lineal, la teoría de las colas (líneas en espera), así como la programación dinámica. Pero obviamente la mejor decisión es, desde luego, la mejor en términos de la variables, las constantes, los parámetros y la metodología, asociadas a determinadas técnicas de investigación de operaciones.
Por lo tanto puedo decir que los nuevos desarrollos no han ocurrido con la misma rapidez en el campo de las decisiones no programadas ya que muchas de las variables usadas en estos casos no se pueden medir porque no son cuantificables; otras implican criterios subjetivos y la probabilidad de que ocurran algunos eventos determinados es difícil de asegurar.
Ahora tal vez sería conveniente analizar los pasos del método científico para la toma decisiones y poder conocer algunas debilidades de este: reconocimiento del problema, desarrollo de una hipótesis, acopio de datos, prueba de la hipótesis mediante experimentos, determinar la validez de la hipótesis.
Pero estos pasos no pueden asegurar su funcionamiento de manera general ya que dependiendo del caso tiene sus fortalezas y sus debilidades, por ejemplo para una decisión comercial puede haber un cambio en los proveedores, también en los empleados para aceptar el cambio o no en puerta.
Los modelos en la toma de decisiones
Los modelos son abstracciones de la vida real. Son muy útiles en la toma de decisiones por dos motivos: reducen problemas complejos a más sencillos y más fáciles de manejar y proporcionan un medio para predecir cuál será el resultado de una decisión.
Existen varios tipos de modelos que se utilizan para la toma de decisiones en el comercio y, especialmente en la producción como por ejemplo: modelos físicos, modelos esquemáticos, modelos matemáticos los cuales se dividen a su vez en determinísticos y probabilísticos.
La última prueba de un modelo es si es útil o no al proporcionar un entendimiento de la situación real. Además es conveniente que el modelo tenga algún potencial de predicciones para que las decisiones concernientes a futuros casos puedan hacerse con predicción relativamente clara.
Ahora trataré de abordar solamente los modelos determinísticos y los probabilísticos, que son los que se abordan en la economía principalmente.
Un modelo matemáticos determinístico es un enunciado expresado como ecuaciones de relaciones entre las variables y constantes asociadas con un problema. Un modelo determinístico predecirá los resultados exactos bajo ciertos hechos y suposiciones. Por ejemplo la ecuación de una línea Y=a+bx es un modelo matemático determinístico que puede bien aplicarse a la proyección lineal de predicciones, las intersecciones de parámetros en programación lineal y la intersección del costo total y el ingreso total en el análisis del punto de equilibrio.
Al insertar el o los números apropiados para las letras a (intersección en y) y b (la pendiente), se puede expresar como una línea recta algebraicamente para encontrar los puntos de intersección, las expresiones que representan una línea se igualan con la otra y se resuelven con certeza.
Un modelo probabilístico es un enunciado de las relaciones entre variables y constantes a las que se asocia probabilidades estadísticas. Dicho de otra manera hay incertidumbre.
Ahora trataré de hablar un poco más de la toma de decisiones.
Este proceso consiste en escoger un curso de acción entre varias alternativas. Varios factores afectan la toma de decisiones en la producción después de que se han desarrollado cursos de acción alternativos. Entre los cuales se encuentran los siguientes:
1. Predicciones de resultados esperados de los cursos de acción alternativos.
2. Probabilidades de estos resultados esperados.
3. Sistemas de valor para sopesar los cursos de acción alternativos.
4. Objetivos de la empresa.
5. Parámetros que afectan la aplicación de los cursos de acción alternativos.
Toma de decisiones en la empresa
Las decisiones tienen una importancia trascendental para el mundo empresarial, sin embargo, es poco conocido en qué consiste tal actividad. Es debido a la calidad de las decisiones, más que a factores externos, que depende el éxito o fracaso de un negocio. Por esto, es que todo empresario debe tener destrezas de análisis para la toma de decisiones. Durante este apartado se discutirán los conceptos de recursos y costo beneficio que están comprendidos en toda decisión.
En una decisión están presentes los siguientes elementos:
En el extremo derecho del diagrama los Valores y/o Utilidades hacen referencia a qué el decisor da importancia. Toma una decisión y rechaza otras alternativas precisamente por lo que es importante para él, aquello que busca. Ante la información que tiene sobre las cosas, y su conocimiento, dispone de sus recursos para establecer alternativas. Cada una de ellas conlleva riesgos y beneficios. Opta por aquella que mejores resultados le provea de acuerdo a sus valores. En la actividad empresarial lo que se busca es la rentabilidad. Lo importante, las utilidades, quedan en función, entre otras cosas, del bienestar económico que produzca.
Para empezar, se toman decisiones sobre los recursos disponibles. Los recursos son medios para lograr metas. La experiencia típica de un empresario es contar con recursos escasos. Es ante la escasez que tiene sentido evaluar cuál es el mejor uso posible de un recurso, con recursos ilimitados no hace falta invertir en análisis para decidir. Dado el caso de que por lo regular la empresa tiene una meta y recursos escasos, toca evaluar qué posibles usos se puede dar a estos recursos con el fin de alcanzar el máximo bienestar, la utilidad. El tiempo y el espacio físico son recursos escasos, otros cuatro recursos básicos e importantes en cualquier empresa, son:
Cultura Corporativa: Lograr la productividad es más fácil en un ambiente que la fomente. Para lograr una cultura de eficiencia y productividad el estilo gerencial es bien importante.
Personal: Es el recurso más valioso de la empresa, es a través del esfuerzo que éste realiza que se logran los objetivos. La cultura corporativa es fundamental para las actitudes y el uso óptimo de las destrezas del personal.
Tecnología: Se entiende en un sentido amplio. No sólo están incluidas las máquinas, sino también, la tecnología en recursos humanos es establecer la organización interna para facilitar la obtención de resultados. La tecnología permite mayor disponibilidad de información. Mientras mejor informado se esté, se estará en mejor posición para tomar decisiones.
Capital: Este recurso es tan importante como los demás. Muchas veces al no capitalizar en los recursos antes mencionados, se traduce en mayor costo del recurso capital. Una pobre cultura organizacional implica mayores costos de fricción. Esta ineficiencia implica más inversión de dinero para lograr las metas. Por ejemplo, se crean más procedimientos y controles, aumenta la burocracia.
En toma de decisiones se debe tener presente el uso alterno que se puede dar a los recursos. Cuando se utiliza un recurso para un beneficio se está sacrificando otro beneficio. El análisis consiste en establecer los posibles beneficios de cada alternativa. La decisión queda justificada al momento en que el beneficio que se sacrifica sea de menor provecho que el beneficio a recibir. Para quedar satisfecho con la decisión tomada se decide a base de que el beneficio a obtener compense el que se sacrifica. En cuanto a decisiones se refiere, los directores en ocasiones dan por sentado unos costos fijos para alcanzar las metas. No ven que siendo más eficiente en sus procedimientos, tales costos se pueden reducir. Se debe buscar reducir costo mediante nuevos procedimientos para alcanzar las metas.
Beneficio
En la toma de decisiones, ignorar esta consideración del beneficio sacrificado, el costo, obstaculiza el desarrollo del negocio y puede llevar al fracaso las actividades comerciales. Lo que comúnmente se conoce como ausencia de visión es el no haber podido identificar los beneficios que son sacrificados al momento de decidir. No identificar los beneficios ocultos, hace que la decisión sea más costosa de lo que se había estimado.
Desde el punto de vista directivo, el análisis ordinario es maximizar sus utilidades. Existe un análisis que se llama Maximino. Consiste en optar por lo mejor entre las peores salidas negativas. Esto no resulta ser un análisis hacia lo más óptimo, pero con Maximin la pregunta gira si los riesgos se pueden tolerar. Si se pueden tolerar, que no afecte tanto el negocio, se utilizan otros sistemas, análisis más optimistas.
Los beneficios de las actividades empresariales precisamente se justifican, no tanto por el esfuerzo invertido, sino por los riesgos en que se incurren. Los beneficios son a base de haber tomado decisiones en la cual las consecuencias no están garantizadas. Hasta dónde llegar con tal incertidumbre, es la clave directiva. Definir cuándo se está en una situación de alto riesgo y establecer si el peor resultado se puede tolerar, es fundamental para el éxito empresarial.
Muchas empresas, pendientes de reducir gastos, deben tener presente que al eliminar costo necesariamente se elimina un beneficio. Los directivos, en su empeño de reducir costos, crean problemas mayores cuando no toman en consideración los beneficios que sacrifican, sean éstos explícitos o implícitos.
Así pues, otro aspecto en la toma de decisiones es preguntarnos cuán bien informado estamos al momento de decidir. Mientras mejor informado se esté, menor el estado de incertidumbre al tomar la decisión. Las actividades empresariales que se inician se malogran, precisamente porque se cree tener toda la información en situaciones que precisamente son inciertas. En una próxima ocasión discutiremos sobre el elemento de la información en la decisión. Estableceremos la diferencia entre información y dato, cómo la información es en función de las preguntas que se tienen presente.
Los nuevos factores de la producción en la empresa del Siglo XXI
La producción ha sido una condición necesaria para la vida de los hombres y sobre todo para las empresas, ya que por lo general, se forman decisiones con respecto a la producción, por eso es importante incluir este pequeño resumen.
En la comunidad primitiva se produjo de forma bastante rústica, pero, a partir de allí la producción pasa por formas artesanales hasta llagar a sistemas complejos como lo es hoy la producción capitalista. La sofisticación de la producción continuará casi de forma indefinida, pero, cada vez más, ajustada a normas que permitan un desarrollo sostenible.
Para poder llevar a cabo la producción se requiere de recursos, éstos no siempre han sido, ni seguirán siendo los mismos, debido a los diferentes grados de desarrollo económicos y culturales alcanzados y por alcanzar.
Desde los orígenes de la economía clásica (1776) hasta los años 1980, los economistas, en sus análisis económicos, apenas se refirieron a tres factores de la producción, como los recursos básicos requeridos para obtener los bienes y servicios necesarios al hombre para la satisfacción de sus necesidades, a saber: TIERRA(T), CAPITAL(K)Y TRABAJO(TR.
Por la globalización de la economía y por el advenimiento de los procesos de integración, el mundo se ha vuelto una aldea global, total mente abierta y competitiva, por lo demás, comprometida por conservar el medio ambiente; es por esto que se hace necesario incluir dos nuevos factores de la producción como condición ineludible al proceso de producción moderno del capitalismo estos son la TECNOLOGÍA (TEC) y los CONTROLADORES DEL MEDIO AMBIENTE (CMA.
Los factores de la producción se distinguen de los insumos (energía, materias primas, publicidad, etc.) en que estos últimos se incorporan físicamente al bien final en su aplicación al proceso productivo. En cambio el factor productivo no se incorpora o lo hace en forma paulatina. Quiero hacer una explicación moderna de estos antiguos y nuevos factores de la producción antes de ver como los hombres los combinan y los integran en la creación de las empresas:
Los recursos naturales (RN)
Aquí nos referimos a todo lo que aporta la naturaleza al proceso productivo, es decir, la tierra, el agua, minerales, atmósfera, vegetales, recursos energéticos, etc. El hombre que siempre ha utilizado las riquezas y fuerzas de la naturaleza, con el desarrollo de la ciencia, estará en condiciones de incorporar, de forma ecológica, más elementos de la naturaleza a la actividad económica.
El capital (K).
Se le denomina así por ser de propiedad de los capitalistas. Es constituido por un conjunto de bienes que no se destinan al consumo directo, si no que se emplean para producir otros bienes (maquinaria, equipos, carreteras, herramientas, computadoras, edificios, etc.)
Los bienes de capital son bienes producidos que pueden utilizarse, a su vez, como factores, para elaborar otros productos mientras que los recursos naturales y el trabajo son factores originarios no producidos por el sistema económico.
En economía, al menos que se especifique lo contrario, el término capital, significa capital físico, es decir, maquinaria y edificios y no capital financiero. Los billetes y los saldos en los bancos no son capital, socialmente hablando desde el punto de vista de la comunidad entera.
El trabajo (TR)
Es la actividad humana consciente mediante la cual se transforma y adaptan los elementos de la naturaleza para satisfacer las necesidades humanas. Dicho de otra forma, está constituido por el tiempo y las capacidades intelectuales que las personas dedican a las actividades productivas. La mano de obra incluye a los asalariados y jornaleros , a los técnicos y a los administradores. La labor humana se considera por excelencia como el factor superior de producción ya que es el hombre quien explica la existencia de un proceso productivo. Es él quien con su ansia de subsistencia y su capacidad de trabajo el que organiza y ejecuta la producción .
La tecnología (TEC).
Es un sistema más complejo de lo que generalmente se supone, puesto que comúnmente se asocia simplemente con maquinaria. Es fundamental el conocimiento, entendiendo por conocimiento, un recurso utilizable para mejorar la eficiencia de la producción o el mercado de bienes y servicios , a través de diferentes medios.
Es así como la tecnología es una combinación de Software y hardware, y entre ambos incluyen materiales , maquinaria , mano de obra calificada , capacidad gerencial y mercadeo y sirven para hacer cosas y solucionar problemas . En otras palabras, la tecnología (TEC) es un sistema dinámico y complejo que abarca varias cosas que están por encima de las simples cosas físicas y que hacen que la empresa sea cada vez más competitiva.
Es necesario separar el concepto de tecnología de los demás factores productivos por considerarse ésta la piedra angular en el desarrollo de la empresa moderna . De nada sirven unos recursos naturales (RN), el capital (K), y el trabajo (TR) sino existe una dinámica permanente que los mantenga eficientes y competitivos La tecnología es un recurso que no se puede coger con las manos, no se ve, es el que más vale y el que indudablemente mayores aportes hace al proceso productivo del mundo de hoy. El concepto de tecnología (TEC) no se debe confundir con el de iniciativa empresarial, o con el de buena gestión administrativa, es la dinámica y la nueva mentalidad en el mundo empresarial.
Controladores del Medio Ambiente (CMA)
Consideramos aquí el conjunto de medios, dispositivos y demás elementos necesarios para garantizar una producción limpia (plantas de tratamiento de aguas, pozo sépticos, plantas de reciclaje, controladores de ruido, de emisiones de gases tóxicos, etc.). La inclusión de este nuevo factor de producción es casi que una condición del consumidor moderno de las naciones más desarrolladas y una decisión a tomar en cualesquier parte del mundo. El incluir este nuevo factor , como condición necesaria para poder producir, hace subir los precios , pero el consumidor moderno está dispuesto a pagar por ello.
La empresa para el siglo XXI, dentro de un sistema capitalista moderno, la definimos como la combinación, de la forma más racionalmente posible, de los cinco factores de la producción (RN, K,TR, TEC y CMA) con el fin de producir con tecnologías limpias productos limpios, útiles a la sociedad, es decir, que de una manera directa o indirecta eleven el bienestar general de la población. Por lo demás , el éxito, el crecimiento y la continuidad de la empresa en el tiempo, tendrán que darse con base en una dinámica administrativa y en la utilización de filosofías muy particulares a cada empresa.
El concepto de lo racional se sigue aplicando en economía y se refiere al uso eficiente de los recursos escasos utilizados dentro de un desarrollo sostenible y un ambiente competitivo. Por dinámica administrativa se entiende la velocidad , la flexibilidad ,y la fuerza como se encaran las decisiones en la empresa , tanto para definir lo cotidiano, como las que se refieren a la construcción futura de la empresa.
La filosofía particular se refiere a aquel conjunto de valores que definen la cultura organizacional, propios para una empresa dentro de una industria específica, anclada globalmente y ubicada dentro de una región con costumbres determinadas. La composición factorial de cada empresa y la del aparato productivo de cada país, para el siglo XXI, se centrará en la utilización de mayor capital, mejores tecnologías, de más controladores del medio ambiente, menos trabajadores y menos recursos naturales. Por lo demás el mayor número de empleos se llevará a cabo en el sector servicios del aparato productivo.
Inteligencia aplicada a la toma de decisiones.
Es necesario, y se puede decir imprescindible, el adecuarse a las transformaciones que hoy se imponen en el mundo. Cualquier emprendimiento puede tener un desarrollo eficaz si y sólo si podemos articular creatividad y racionalidad que aseguren el futuro minimizando el riesgo. La globalización acerca los mercados internacionales y estrecha aún más la oferta y la demanda local en mercados con ritmos acelerados, alta diversidad y competitividad.
Para la toma de decisiones es necesario apoyarse en
- Encuestas cuantitativas
- Encuestas cualitativas
- Entrevistas en profundidad
- Análisis semiológico
- Grupos de discusión (operativos, creativos, dramáticos)
- Grupos motivacionales con niños (utilización de metodología propia desarrollada por profesionales del estudio).
- Segmentación con análisis multivariado
- Estudios económicos de oferta y demanda
- Información secundaria
- Cámara Gesell
- CATI (Sistema de encuestas telefónicas)
Toma de decisiones financieras
De manera general se puede señalar que en las organizaciones es necesario tomar diferentes decisiones, sean estas sencillas o complejas en cuanto a la cantidad de información, recursos involucrados y resultados esperados. Igualmente, se puede señalar que, el elemento característico e indispensable para la toma de una decisión, es la necesidad existente para producir algún cambio, siempre buscando, por supuesto, un resultado mejor al logrado hasta el momento antes de tomar la decisión.
De igual manera, es importante reconocer que en las organizaciones la naturaleza y base para la toma de decisiones es diferente, yendo desde decisiones intuitivas, hasta decisiones basadas en el conocimiento científico, pasando además por el amplio rubro de otras bases decisionales: caprichosas, imitativas, obligadas, entre otras. La tendencia, sin embargo, es cada vez más a utilizar la base científica, buscando optimizar, maximizar o satisfacer los resultados, dada la situación presentada al decisor y la influencia del contexto donde debe decidirse.
Por otra parte, el proceso seguido para la toma de decisiones es también muy diferente, pues va desde un proceso muy general, sencillo, hasta un proceso sistemático, de varias etapas. Los resultados dependerán de que también se lleve a cabo cada etapa dentro de ese proceso y de las influencias internas y externas al mismo, las cuales deben considerarse.
Decisiones financieras
Además de decisiones en otras áreas, en las empresas es necesario tomar decisiones financieras dentro las diferentes actividades, a corto, mediano y largo plazo, desarrolladas en la búsqueda de sus objetivos. Tal como lo expone W. Beranek "Estas elecciones representan combinaciones e proyectos y fuentes e suministros de fondos. El tomar decisiones financieras no se limita a acoplar la demanda de recursos con la oferta de estos, sino que trata más bien de emparejar el suministro con la demanda, de modo tal que se logre maximizar el logro de los objetivos de la organización". Continúa señalando: "Tomar decisiones financieras supone implícitamente que existe un conjunto bien definido de objetivos, tales como: 1) buscar los beneficios máximos durante un período especificado; 2) mantener un saldo de caja adecuado; 3) mantener un nivel bajo de cambio de empleados; o 4) llegar a ser la firma principal del ramo para dentro de cinco años. Los objetivos son también útiles para determinar el carácter y al grado de análisis financiero".
Proceso sistemático para la toma de decisiones
Un proceso sistemático útil para la toma de decisiones en cualquier área de la empresa o en cualquiera de las otras funciones organizaciones (mercadeo, producción, administración) es el que se expondrá seguidamente, el cual si se aplica a las decisiones financieras debe aumentar el grado de éxito en los resultados. Este proceso está compuesto por 10 etapas, de manera sistemática, por lo que no puede saltarse alguna de ellas. Estas son:
• Determinación del problema o situación de decisión
• Formulación de los objetivos de la decisión
• Recopilación de información
• Procesamiento de la información recabada
• Formulación de alternativas de decisión
• Evaluación de cada una de las alternativas formuladas
• Selección de la o las mejores alternativas
• Implantación de la o las alternativas seleccionadas
• Administración de la decisión.
• Retroalimentación
Racionalidad en la toma de decisiones
Una de las maneras de definir la racionalidad, utiliza términos económicos y ve a la racionalidad como la forma de optimizar la toma de decisiones maximizando los resultados. En ella el responsable de tomar las decisiones debe ser el hombre, individuo económico quien maximice siempre los resultados o bien se habla del gerente o directivo de la empresa una organización.
Otra de las definiciones de racionalidad, se basa en que las decisiones son racionales cuando el individuo elige un curso de acción que maximiza sus ventajas, sin tomar en cuenta si se puede medir en forma objetiva. Esta definición de racionalidad es más subjetiva e implica que el que toma la decisión es con frecuencia una persona administrativa, que elige alternativas que son satisfactorias o al menos "lo suficientemente buenas".
Una tercera forma de establecer un concepto de racionalidad es examinar sencillamente el proceso de decisión propiamente dicho y determinar si es ordenado y lógico. Esta definición puede ser utilizada tanto por el hombre económico, como el administrativo.
El modelo economicista
Este modelo parte de la suposición básica de que las personas son económicamente racionales y tratan de maximizar los resultados siguiendo un proceso ordenado y secuencial. Se pueden incluir un número mayor o menor de pasos en el Proceso Econológico de la Toma de Decisiones, dependiendo de lo detallado que se quiera ser, Hodgetts y Altman en su libro el Comportamiento en las Organizaciones incluyen las siguientes:
1. Detectar los síntomas del problema.
2. Identificar el problema en particular que se debe resolver o la meta que se desea alcanzar.
3. Desarrollo del modelo de decisión para fines de evaluación.
4. Desarrollar y anotar todas las alternativas de solución.
5. Evaluación de las alternativas de solución.
6. Seleccionar el mejor curso de acción.
7. Implementar la decisión.
Pero también existen las limitaciones del Modelo Economicista entre las cuales se encuentran:
La dificultad para obtener información completa sobre todas las alternativas disponibles y sus resultados. La "capacidad de procesamiento". Se requiere que un Gerente o un administrador para tomar decisiones esté en posibilidad de:
1. Almacenar mentalmente la información en alguna forma estable.
2. Manejarla a través de una serie de cálculos complejos diseñados para proporcionar los valores esperados.
3. Clasificar todas las evaluaciones de alguna manera consistente con el propósito de seleccionar la mejor alternativa.
El modelo para optimizar la toma de decisiones
• Reconocer la Necesidad de Tomar una Decisión.
• Identificar los criterios de decisión.
• Asignar una ponderación a esos criterios.
• Desarrollar las mejores alternativas.
• Evaluar las alternativas.
• Seleccionar la mejor alternativa.
• Seleccionar la mejor alternativa.
• Los supuestos en este Modelo:
• Está orientado a Metas.
• Se conocen todas las opciones.
• Las preferencias están claras.
• Las preferencias son constantes
• La selección final maximiza el resultado.
• La selección final maximiza el resultado.
El modelo de racionalidad limitada
Este Modelo que algunos autores llaman también el Modelo Satisfactor, considera al que toma las decisiones como una persona administrativa, que tiene una capacidad limitada para procesar información, que aunque desearía tomar la mejor decisión, no siempre lo hace así, principalmente por dos razones: por una falta de supervisión posterior y porque prefiere la satisfacción.
En este Modelo se opta por la primera alternativa lo "suficientemente buena", es decir, aquella que satisface y es suficiente. Etapas del Proceso de Racionalidad Limitada
1. Identificación del problema a resolver o el objetivo meta que se persigue.
2. Determinación del nivel mínimo o estándar que deberán satisfacer todas las alternativas aceptables.
3. Elección de una alternativa factible que resuelva el problema planteado.
4. Evaluación de la alternativa.
5. Se determina si satisface los niveles mínimos que se establecieron.
6. Si la alternativa no es aceptable, se busca otra y se le somete a evaluación.
7. Si la alternativa es aceptable, se pone en práctica.
Después de que se puso en acción se determina la facilidad o dificultad con que se identificaron alternativas factibles, y se utiliza esta información para elevar o reducir el nivel mínimo de aceptabilidad en problemas futuros similares. Cuando se compara este modelo con los anteriores aparentemente el Modelo de Racionalidad Limitada parece ser un punto de vista más realista de la Toma de Decisiones.
Otros modelos para la toma de decisiones
El modelo simplificado de la realidad
Parece ser conforme a las evidencias existentes, que la mayoría de los encargados de Tomar Decisiones emplean un Modelo Simplificado de la Realidad. Cuando se enfrentan a situaciones similares a otras que han resuelto en el pasado, utilizan la misma estrategia general si tuvieron éxito, y optarán por un nuevo método si la estrategia anterior no dio buenos resultados.
El modelo del favorito implícito
Otro modelo que se aplica a las decisiones complejas, no rutinarias, es el Modelo del Favorito Implícito. Modelo de toma de decisiones en el cual el que toma la decisión selecciona de manera implícita su alternativa preferida en las primeras etapas del proceso de decisión y desvía la evaluación de todas las otras opciones.
La toma intuitiva de decisiones
Otra forma que las personas utilizan es la Toma Intuitiva de Decisiones, como un proceso inconsciente que se crea a partir del filtrado que se hace de la experiencia, y muchas veces constituye un complemento del análisis racional.
La creatividad en la toma de decisiones
¿Qué es la creatividad?: El proceso creativo en administración: Aquí se revisan algunos modelos propuestos por autores que han aportado en forma indirecta su formación profesional es distinta a la de los administradores elementos administrativos orientados al desarrollo de la capacidad creadora.
Los elementos comunes que caracterizan a todos estos modelos son:
1. La definición del problema a través de una serie de preguntas
2. Un momento de observación y reflexión
3. Un proceso generador de ideas
4. Un momento de acción
5. Una forma de evaluación y control.
Como se puede observar la generación de ideas creativas es el resultado de un proceso de maduración que culmina con la idea genial, sino con su evaluación y comprobación fáctica.
La gerencia creativa
Algunos autores norteamericanos en su búsqueda empírica de los determinantes que definen el proceso de toma de decisiones han encontrado que el ejecutivo, el gerente o el director en sus actividades diarias no realizan en estricto sentido todas las etapas del proceso administrativo. También demostraron que el sustento de sus alternativas de solución a un problema estratégico no sigue el sendero de la racionalidad y la calculabilidad, sino de la heurística, la intuición y la creatividad. En este sentido, se tiene la investigación efectuada por Henry Mintzberg, donde él encuentra que el proceso administrativo "en el mejor de los casos indica ciertos objetivos vagos que tienen los gerentes cuando trabajan". De este estudio es pertinente rescatar algunas ideas básicas que contravienen la postura de los administrativistas clásicos.
1. El gerente o ejecutivo pasa la mayor parte del tiempo conversando o en proceso de negociación, por teléfono.
2. Mediante esta actividad el gerente obtiene una serie de datos e información sobre su contexto intraorganizacional su departamento u oficina. Los canales informales establecidos entre sus empleados o los correspondientes a otra área organizacional le permiten reducir la incertidumbre en la toma de decisiones generando acciones exitosas.
3. El ejecutivo dedica poco tiempo a la revisión de su correspondencia, tan sólo planea algunas de sus actividades, generalmente actúa por intuición, confiando en su experiencia y en sus conocimientos sobre el mercado.
4. Los gerentes concentran su tiempo y su energía, valoran el sentido de la oportunidad, disfrutan el arte de la imprecisión y aprovechan el cambio.
Como se puede ver estas características perfilan un estilo flexible en la toma de decisiones y un distanciamiento con el proceso administrativo. La filosofía adaptativa propuesta por la gerencia creativa busca romper los marcos rígidos sugeridos por algunas modas administrativas como las grandes listings del marketing o las recetas de lo que un administrador debería hacer para ser exitoso; las fórmulas de la planeación estratégica y de la administración estratégica, que si bien tuvieron algunos éxitos, ellos se debieron a la instrumentación y a las cualidades de los gerentes que las aplicaron y no al método en sí mismo.
En suma, tal parece que ante el contexto de la modernidad de los administradores se transforman en agentes de cambio, pero sustentados en una visión ilógica de las cosas, donde la creatividad es su principal elemento de fuerza. Y la desesperación sistemática es su herramienta para administrar el tiempo. En virtud de lo que antes se explicó se puede afirmar que el proceso creativo es un paso previo en la solución de problemas dentro de las organizaciones. Es un proceso de maduración de ideas que posteriormente se resolverán posiblemente bajo dos vías, una creativa y una racionalizadora. Las alternativas de solución dependerán de la naturaleza del problema al que se enfrente el decisor, su afinidad al riesgo (Mac Crimmon y Wehrung, 1986) y todos los factores analizados por los seguidores de la escuela de Carnegie.
¿Por qué estudiar la toma de decisiones?
Para nadie es un secreto que la globalización de la economía ha traído un gran número de cambios en la mayoría de los países, viéndose afectados tanto a nivel macro como micro. En México se dejó de proteger al empresario, el cual se vio obligado a competir con productores del exterior, dicha situación a tomar decisiones diferentes a las que se tomaban antes de la apertura comercial para así poder superar a la competencia o al menos, mantenerse en el mercado.
En los últimos días se ha visto problemas en la economía mundial debido a las caídas de las bolsas de valores, influidos por los tigres asiáticos o por la globalización del Rublo Ruso, así mismo el peso se devaluó más del 20% ¿Qué ha provocado todo esto? La respuesta a la pregunta tal vez sea las decisiones tomadas por los inversionistas. Esta necesidad de conocer la toma de decisiones es debido a que tienen los gerentes ahora la necesidad de conocer aspectos tan importantes como el concepto de decisión, tipos de decisiones, metodología y factores de la decisión. Ya que de la calidad de las decisiones tomadas y el llevarlas a la práctica adecuadamente depende del éxito de cualquier empresa o institución.
Podemos decir que la toma de decisiones es el proceso a través del cual, se escoge un curso de acción con un cierto grado de incertidumbre, como respuesta a un problema de decisión; Este problema surge, por las discrepancias que existen entre las condiciones tan variables del medio ambiente y las metas de la organización. Herbert Moskowitz y Gordon P. Wright consideran bastante compleja a la toma de decisiones; debido a la influencia de los diferentes factores como son: La sociedad, el medio ambiente político económico y tecnológico, además los factores competitivos. La misma empresa influye en la complejidad, debida a que puede establecer metas incompatibles con las de los empleados; la responsabilidad y autoridad para la toma de decisiones que puede estar bastante difusa y por último el ambiente dinámico e incierto en que opera la organización dificulta el proceso normal de decisión. Estos autores contemplan tres tipos de decisiones:
Las decisiones bajo certeza: Donde todos los hechos son conocidos con seguridad y sólo existe un resultado para una decisión.
Las decisiones sin datos previos o estadísticas: Son las que sólo se toman una sola vez o no existe experiencia pasada. Las decisiones que utilizan datos previos o dinámicas: Se toman en una secuencia de decisiones interrelacionadas simultáneamente o varios períodos de tiempo, las circunstancias que rodean a las decisiones son siempre iguales dado que es posible valerse de la experiencia pasada.
Es necesario tomar en cuenta que la toma de decisiones, es una actividad que se realiza para poder solucionar problemas, y que no es necesario ser un gerente de empresa para poder desarrollar esta función, a continuación se presentan las actividades que forman parte del proceso en la solución de problemas:
Primero: Se Inicia con la identificación de problemas, es decir se desarrollan todas aquellas actividades encaminadas a identificar, definir, y diagnosticar los problemas.
Segundo: Como parte de la solución y toma de decisión y después de haber identificado problemas, se procede a realizar aquellas actividades que están encaminadas a generar soluciones alternas.
Tercero: Se procede a las actividades de selección, con la cual se termina la toma de decisiones y consiste en realizar todas las actividades que están encaminadas a evaluar y a elegir entre soluciones alternas con relación al problema o a los problemas específicos que se identificaron.
Cuarto: En este último paso, se proceden a desarrollar, las actividades que vayan encaminadas a poner en práctica la solución escogida.
Dado que puede utilizarse muchos métodos diferentes para llegar a una decisión, cómo podemos determinar cuál de ellos usar en un momento dado. Paul E. Moody relaciona esta pregunta con la importancia de la decisión; debido a que quien toma las decisiones no sólo debe tomar decisiones correctas, sino que también debe hacerlo en forma oportuna y con el mínimo de costo. La importancia de la decisión está íntimamente relacionada con la posición que ocupa en la organización quién toma la decisión. Este autor considera cuatro factores para evaluar la importancia de la decisión:
1. Tamaño o duración del compromiso. Si la decisión implica el compromiso de un capital considerable o el aporte de un gran esfuerzo de varias personas, entonces se considera como una decisión importante, de igual forma si la decisión tendrá un gran impacto a largo plazo sobre la organización como la reubicación de una planta.
2. Flexibilidad de los planes: Si la decisión implica seguir un curso de acción que es reversible fácilmente entonces la decisión asume un significado importante. Ejemplo la venta de un terreno que no se está utilizando.
3. Certeza de los objetivos y las políticas: Si una organización es muy volátil y no ha establecido un patrón histórico o si la naturaleza de la misma es tal que las acciones por seguir dependen en un alto grado de factores conocidos sólo por el personal de alto nivel de la misma entonces las decisiones adquieren una gran importancia.
4. Cuantificación de las variables: Cuando los costos asociados con una decisión pueden definirse en forma precisa la decisión tiene una importancia menor. Ejemplo si se quiere escoger el método con el cual debe fabricarse una parte del producto y se conoce el tiempo que requiere cada método. Pero si se relaciona con la orden del diseño y manufactura de un producto complejo y si el costo y el programa solo tienen un extintivo amplio que está sujeto a errores, entonces las decisiones asumen una importancia mucho mayor.
CALENDARIO TENTATIVO 2016
Fecha |
Unidades |
Método |
Temas |
Agosto 12 |
UNIDAD I |
Exposición |
El objeto de estudio de la Ética Relación de la Ética con otras Disciplinas
|
Agosto 19 |
UNIDAD I |
Exposición |
El origen de la conciencia moral. |
Agosto 26 |
UNIDAD I |
Métodos de dinámica grupal (Creación de textos y su respectivo análisis ético) |
Ramas de la Ética
|
Septiembre 2 |
UNIDAD I |
Métodos de dinámica grupal (Creación de textos y su respectivo análisis ético) |
Ética y Moral La Conciencia Moral
|
Septiembre 9 |
UNIDAD II |
Exposición |
Ética Aplicada Críticos y opositores
|
Septiembre 16 |
UNIDAD II |
Exposición |
Ética profesional
|
Septiembre 23 |
UNIDAD II |
Métodos de dinámica grupal (Debate sobre la comparación entre ética social y ética situacional) |
Ética y empresa. Valores y responsabilidad social en la gestión |
Septiembre 30 |
PARCIAL ESCRITO Y ORAL |
Examen |
Evaluación |
Octubre 7 |
UNIDAD III |
Exposición |
Ética profesional y deontología. – Definiciones y problemas. La Deontología Profesional
|
Octubre 14 |
UNIDAD III |
Exposición |
Qué es "ética" Qué es "Recursos Humanos"
|
Octubre 21 |
UNIDAD III |
Métodos de dinámica grupal (Mesa redonda sobre “la ética de Kant”) |
Principios deontológicos aplicables entre colegas: El pluriempleo – la dicotomía – el soborno |
Octubre 28 |
PARCIAL ESRITO Y ORAL |
Examen |
Evaluación |
Noviembre 4 |
UNIDAD IV |
Exposición |
Riesgo e incertidumbre en la toma de decisiones (Karla Aguirre Torres)
|
Noviembre 11 |
UNIDAD IV |
Examen Recuperatorio |
Evaluación |
Noviembre 18 |
UNIDAD IV |
Métodos de dinámica grupal (Panel sobre “Moral, religión y ética) profesional) |
Otros modelos para la toma de decisiones |
Noviembre 25 |
UNIDAD IV |
|
Otros modelos para la toma de decisiones |